Hoy nos ha dejado una de las grandes figuras que marcaron un antes y un después en la forma de entender el fútbol. Jugador en sus inicios y entrenador posteriormente, siempre demostró gran entusiasmo por su trabajo, dedicación y alegría. Dotado de una naturalidad conmovedora y un gran sentido del humor, deja un hueco muy importante en el mundo del fútbol.
Fue un hombre carismático, muy apreciado y respetado, con gran personalidad y haciendo uso de forma habitual, de una ironía muy estudiada. Siempre se sintió muy querido en Cataluña, tierra que le acogió y lugar donde decidió nombrar a su primogénito Jordi, por el día de San Jordi, patrón de la misma.
Recuerdo con gran cariño la época del Dream Team, que comenzó a finales de la década de los 80 y se prolongó hasta principios del 2000. Durante aquellos años ocurrieron cosas gloriosas, uno de los mejores momentos sin duda fué el gol de Wembley de Ronald Koeman en 1992, concidiendo además con los Juegos Olímpicos de Barcelona, menudos dos momentazos, inolvidables. Johan Cruyff creó por aquel entonces un concepto de fútbol que iba más allá de lo establecido. Aquel equipo que recuerdo con gran cariño fue muy entrañable, siento que nunca más he vuelto a disfrutar del fútbol cómo lo hice en aquella época tan emotiva.
Apreciado Señor Cruyff, le agradecemos enormemente todos los buenos momentos que nos ha ofrecido dentro y fuera del terreno de juego. Se va uno de los grandes al que nunca vamos a olvidar.
Descanse en paz.
Fue un hombre carismático, muy apreciado y respetado, con gran personalidad y haciendo uso de forma habitual, de una ironía muy estudiada. Siempre se sintió muy querido en Cataluña, tierra que le acogió y lugar donde decidió nombrar a su primogénito Jordi, por el día de San Jordi, patrón de la misma.
Recuerdo con gran cariño la época del Dream Team, que comenzó a finales de la década de los 80 y se prolongó hasta principios del 2000. Durante aquellos años ocurrieron cosas gloriosas, uno de los mejores momentos sin duda fué el gol de Wembley de Ronald Koeman en 1992, concidiendo además con los Juegos Olímpicos de Barcelona, menudos dos momentazos, inolvidables. Johan Cruyff creó por aquel entonces un concepto de fútbol que iba más allá de lo establecido. Aquel equipo que recuerdo con gran cariño fue muy entrañable, siento que nunca más he vuelto a disfrutar del fútbol cómo lo hice en aquella época tan emotiva.
Apreciado Señor Cruyff, le agradecemos enormemente todos los buenos momentos que nos ha ofrecido dentro y fuera del terreno de juego. Se va uno de los grandes al que nunca vamos a olvidar.
Descanse en paz.
Gubi's place
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