Los programas del corazón...

Otra vez retomo mis posts después de una merecida semana de desconexión en las montañas. 

Esta vez quiero hablar sobre un tema que es considerado deporte nacional en este país, me refiero al noble arte de cotillear y husmear en las vidas ajenas.

Esta mañana cuando desafortunadamente volvía de mi semana de relax, he parado para comer en un restaurante y justo en la mesa contigua tenía a dos matrimonios sexagenarios que hablaban con mucho interés acerca de los programas de prensa rosa y periodismo del corazón. No voy a hacer propaganda sobre el nombre del programa porque yo no lo veo, aunque respeto que hayan personas que sí lo vean y lo vivan como si se tratara de su propia vida, personalmente prefiero ver cosas más interesantes e instructivas. 

Pues estos dos matrimonios se han enzarzado en una discusión acerca de la vida y milagros de un famosete de tres al cuarto y a medida que avanzaba la conversación el tono amigable se ha ido dejando de lado hasta que han empezado a aparecer los primeros conflictos de intereses entre ellos por estar algunos en el lado de los defensores y los otros en el lado de los detractores. A mí personalmente me ha sorprendido el ahínco con el que una de las mujeres defendía a este personaje. Me han entrado ganas de ir para allí y decirle -¿que lo conoce?, ¿que es de su familia? porque habla con tanto sentimiento elevando la voz por encima del resto y no dejando que los demás opinen, que da la sensación que le pagan para que lo defienda. La mujer estaba indignadísima y exclamaba bien alto que estaba decepcionada con sus recientes apariciones en televisión y que si se había liado con Pascual o se había divorciado de Fulanito. Madre mía lo que dan de si estos programas, como lo viven algunos/as que llegan a meterse en el personaje enemistándose con sus amigos si es preciso, por defender su opinión respecto a la vida de alguien a quién no conocen de nada y que lo más probable no conozcan en la vida. 

Pero así somos, nos gusta hablar de lo ajeno porque al parecer nuestra vida carece de interés y es más divertido criticar lo que hacen los demás porque somos incapaces de buscar algo que pueda llenar nuestra triste existencia. Entiendo que cada cual se divierta a su manera y si su vida cobra mayor sentido hablando de la vida de los demás, pues supongo que deberemos aceptarlo aunque no es lo más correcto. 

Estos programas cumplen su objetivo con creces, entretienen, llenan las horas muertas de muchas personas y dan tema para toda la semana. 

No quiero entrar en juicios de valor porque tampoco es plan, pero la vida está llena de cosas fantásticas de las que poder hablar y hay miles de cosas que poder hacer y con las que poder divertirse. Sentarse delante de la caja tonta a contemplar las ridículas apariciones de otros seres humanos que viven de la sopa boba no es el objetivo de mi vida, pero soy consciente que si lo es para muchas personas. Además de que da mucho dinero a los que viven de esto, todo se ha de decir. Pero a pesar de que exponen su vida, estando siempre en el ojo del huracán y pagan un alto precio por ello ya que siempre están expuestos, ganan grandes cantidades de dinero que ya quisiéramos muchos de nosotros. Así que debo respetarlo aunque no lo comparta.  

Sólo espero poder encontrar siempre cosas que hacer y mantener mi mente ocupada para no tener que sentarme delante de la televisión y ver pasar las horas mientras se consume mi vida.

Gubi's place.