jueves, 14 de abril de 2016

Violencia de género, la lacra del siglo XXI.



 El motivo de este post es muy sencillo, es mi manera de decir no a una lacra social en aumento contra la que es imposible combatir. Una vez más el machismo se ha cobrado otra vida y esta vez en mi pueblo. La consternación e indignación ha sido total porque no estamos acostumbrados a este tipo de actos tan crueles y cobardes a la vez.
Aunque estemos en el siglo XXI, estamos a años luz de conseguir igualdad y respeto para las mujeres, por mucho que nos intenten convencer de lo contrario las mujeres seguimos estando en clara desventaja frente al hombre.
Una mañana de primavera que prometía un día caluroso y soleado se ha teñido de rojo por la sangre derramada de una vecina que aún no llegaba a los cuarenta años y que ha dejado huérfana a una niña de ocho. Todo por la locura, inmadurez y cobardía de un hombre que no supo encajar una ruptura y que entendió el amor como una posesión no cómo algo hermoso para compartir y crecer. Pues bien ese ser despreciable no tenía suficiente con matar a la que fue su pareja, ha decidido poner fin también a su vida alegando a mi entender la frase, sino eres para mí no serás para nadie. 
No pretendo detallar los hechos ni mucho menos ya que se trata de un tema lo suficientemente serio cómo para tomárselo a broma.
La pregunta es sencilla, ¿ahora qué? una victima más a manos de un hombre que no evolucionó, un hombre agresivo con antecedentes que además disponía de un arma en su casa. Si su vida era un desastre y no era lo suficientemente maduro para encajar una ruptura, era su problema. No era el problema de su ex pareja, ni tampoco era el problema de la hija de ella que gracias a este monstruo se ha quedado huérfana y tendrá que aprender a vivir sin su madre. ¿En serio alguien se cree que esta niña va a poder superar esto? ha presenciado la muerte de su madre con tan sólo 8 años y ahora tendrá que pasar el resto de su existencia intentando encajar las piezas de un rompecabezas que a mi entender no tiene solución porque está inconcluso. ¿Quién va a sentarse con ella y le va a explicar el por qué un hombre ha decidido poner fin a la vida de su madre?.
Es indignante, es maquiavélico, ruin y despreciable. No se puede justificar de ninguna de las maneras. No hay derecho, esta es una sociedad enferma que no tiene solución porque desde bien jóvenes las chicas aceptan humillaciones, gritos y vejaciones. 
Hago un llamamiento a todas las mujeres y les digo con firmeza que jamás se dejen pisar, que nunca consientan un grito ni una palabra subida de tono. Somos seres humanos y nos merecemos respeto porque sin nosotras no habría vida en la tierra. Porque ya me gustaría a mi saber cómo se las iban a apañar los hombres para engendrar a nuevos seres humanos.
Lo digo con total seriedad y sinceridad, al menor atisbo de comportamientos extraños y fuera de lugar, huid lo más lejos posible. En serio, es mejor estar sola que mal acompañada.

Para concluir sólo puedo decir que acompaño a la familia de la fallecida en el sentimiento, que no se lo merecía, que ninguna mujer se merece esto. Que Dios la acoja en su seno y pueda descansar en paz.



Gubi's place.

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