lunes, 30 de mayo de 2016

El incivismo y la suciedad...




Aunque esta imagen parezca una marranada es una realidad a la que debemos hacer frente muchos vecinos en fincas donde el incivismo y la suciedad están a la orden del día.
Yo desafortunadamente lo sufro y he tenido que batallar para que el servicio de limpieza que viene a la finca limpie los patios interiores y las uralitas ya que al parecer varios vecinos han tomado por costumbre lanzar todo tipo de materiales desechables por la ventana en vez de usar las papeleras y bolsas de basura. Incluso en una ocasión prendieron fuego unos papeles y no tuvimos un disgusto de puro milagro.
A mí esto no me entra en la cabeza en serio, es alucinante como podemos llenarnos la boca de ascos hacía los perros y después nosotros actuar de esta forma. Es inconcebible os lo digo de verdad.
La falta de respeto y educación es evidente, hay un problema de base que empieza a ser realmente preocupante y lo peor de todo es que como les digas algo aún son capaces de faltarte el respeto. Pero a mi me da igual lo que digan estos desaprensivos, porque lo sorteo cual carrera de obstáculos, cuando se trata de respeto, civismo, educación y salubridad entramos todos en el mismo saco, aquí no hay distinciones. Por lo tanto si deseamos que se nos respete empecemos por respetar las propiedades privadas y las zonas comunes. 
A mí, a estas alturas del partido ya no me da miedo nadie, porque diciendo las cosas con educación y como si se tratara de niños de cuatro años...llegamos a todas partes así que cuando he tenido que hablar alto y claro en las reuniones de escalera lo he hecho, porque me parece de tercer mundo vivir así y consentir este tipo de conductas. Al menos mientras me toque vivir en esa finca deseo que las cosas se hagan bien y que se pueda vivir tranquilo y en paz, dentro de unos parámetros coherentes. Porque hablamos de temas de salubridad en los que entramos todos los vecinos, no sólo unos pocos. Así que si alguien es un marrano, que lo sea en su casa...como si desea limpiarla una vez al año o tener pilas y pilas de platos, es su problema. Las zonas comunes en las que todos los vecinos hemos de hacer uso y disfrute se respetan sí o sí y no valen las excusas.
Ahora que menciono este tema, hay zonas que no son comunes pero que quedan expuestas como por ejemplo un patio particular o un sótano con salida a una terraza que no pertenece a la comunidad. En estos casos no sé por qué cuando el propietario dejar de venir durante un tiempo o simplemente no viene, el resto de vecinos que no han aprendido ni han entendido lo que significa ser cívico y respetuoso con los demás, empiezan a lanzar cosas de forma descarada porque creen que esa parcela se ha convertido en una gran papelera donde poder arrojar toda su mierda. Y lo gracioso es que has de llamar al propietario para indicarle que si es tan amable cuando tenga un hueco se pase para limpiar la porquería que amablemente lanzan los vecinos en su patio. Vergonzoso y lamentable, pero así van las cosas...empieza uno a tirar una colilla, de la colilla pasamos al paquete de cigarros, de ahí a un papel y seguimos con envoltorios de cualquier cosa, yogures, calcetines, pinzas, braguitas, pañuelos...¡hasta un edredón nórdico! que me ha hecho flipar de mala manera. Porque hay que ser cafre para lanzar un edredón y ahí lo dejo. 
Al final se acumula tanta cantidad de porquería, ropa y demás que se tapona el agujero del desagüe con lo que la probabilidad de que el sótano se inunde es enorme. Situándonos en una escala del uno al diez, siendo el diez el número con mayor probabilidad de inundación, nos encontraríamos en el nueve...así que la cosa no es para tomársela a risa.
Además ahora que comento este tema del montón de inmundicia del patio voy a aprovechar para explicar una anécdota totalmente verídica, surrealista y sorprendente a partes iguales. Mis queridos vecinos del piso superior al mío, a los que adoro y respeto como adoro y respeto a cualquiera de los políticos de tres al cuarto que están hundiendo este país, deben tener las manos de cazo porque no logro comprender como puede ser que la gran mayoría de la ropa que ha caído al patio sea suya. Es algo que a mi me tiene totalmente loca, porque es sentarme en el sofá o estar comiendo y ver una camiseta caer, unos pantalones, un trapo, un pañuelo...o cualquier otra prenda que esté colgada en el tendedero, si siguen a este ritmo van a quedarse sin ropa en menos de lo que canta un gallo. Pero lo verdaderamente sorprendente de esta familia es que se las han ingeniado para improvisar un gancho enorme, que no quiero saber de donde lo han sacado, atado a una cuerda la cual deslizan desde la ventana hasta el suelo con la intención de pescar alguna prenda de las que van perdiendo cada semana. A mí me recuerdan a aquellas máquinas de recoger regalos con un gancho que se encuentran en los recreativos...pero está es más cutre y es real. Pero lo cojonudo es que han pescado de vez en cuando alguna cosa y en uno de esos intentos mi cactus ha caído al patio y cada vez que me asomo parece que me está gritando el pobre acordándose de la madre de los vecinos pierde ropa. Quizá dicho así no tiene gracia, pero creedme que a mí me gusta verles sufrir cuando llevan cinco intentos fallidos y la prenda sigue en el suelo o cuando se engancha el gancho en una de las cuerdas de tender o en un cable y ves como desde arriba estiran y estiran y nada aquello no se mueve...podría ayudarles...pero no me da la gana, me tienen hasta la tusa y han matado a mi cactus así que no voy a tener piedad ni misericoridia con ellos...como decimos aquí: - ¡que es fotin tú!. Confieso que algunas veces me han entrado ganas de hacer un nuedo a la cuerda y engancharla en la de tender a ver que hacen o...cortarla...se que está feo, pero os aseguro que no es para menos. Así como hay personas afortunadas ellas que ven las montañas, yo veo de tanto en tanto un enorme gancho sujeto a una cuerda del que prende un calzoncillo.
Pero dejando de lado esta anécdota, así como decimos que el dinero llama al dinero, la mierda también llama a la mierda, es muy triste pero la realidad cae por su propio peso. Y una cosa quiero aclarar, no se trata de estar en una comunidad de alto standing, ¡que va! la falta de educación y respeto se da en todos los ámbitos. No obstante la probabilidad de que ocurra en un barrio de Pedralbes, en zona alta de Barcelona, es un poco más baja.
De todos modos el que es un cochino lo es tanto en un apartamento de lujo como en una caja de cerillas, esto va con la persona y no hay más. 
¿Qué pensáis vosotros, os habéis encontrado con casos así?
Saludos.






Gubi's place.
 

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