Estas son sólo algunas de las perlas con las que nuestro estimado presidente en funciones vitupera nuestros oídos a diario. Suscitan todo tipo de comentarios tanto para bien como para mal y estando entre amigos es fácil hacer burlas y coñas al respecto, teniendo horas y horas de risas a cosas de este buen hombre. De hecho como ya comenté en mi post anterior cada vez que escucho la palabra alcalde me viene a la mente la imagen de este personaje y no puedo contener la carcajada. Es más cualquier cosa que una persona pueda decir, si le da la vuelta y acaba la frase con la palabra "alcalde" está la risa asegurada.
Es una pena que a nivel general tengamos este concepto del que ha sido hasta la fecha nuestro presidente, pero hay que ser francos no dispone ni de imagen ni de habilidad comunicativa suficientes como para ser respetado.
Ya que cada vez que escucho las frases de este hombre se me cae el alma a los pies y me hace plantear muchas cosas acerca de la mentalidad que rige a esta sociedad. Cualquiera puede llegar a la política, al menos esa es la conclusión que yo saco viendo y escuchando estas perlas que soporto a diario de personas que se supone deben conducir a nuestro país, no me extraña que la cosa esté como está, no es para menos.
Yo no pongo en duda que sea una persona inteligente, pero si que dudo de su capacidad como orador, no me convence en absoluto porque llega un punto en el que ya no sabes si intenta ser tan profundo que sólo entiende él lo que quiere decir, si es que el mismo se lía porque empieza fuerte la frase pero va perdiendo fuelle y al final no sabe por dónde le da el aire, si es que las prepara en casa y cuando le toca hablar en público se bloquea...sea cual sea la respuesta lógica que pueda explicar el misterio que se oculta detrás de las frases del Sr. Rajoy, por lo pronto nadie ha dado con la respuesta. Así que no nos queda otra que soportar con valor y coraje cada una de sus apariciones en público.
Lo que sí queda claro es que dan mucho juego y personalmente y sin ánimo de ofender llevo varias semanas haciendo chistes fáciles con esa célebre palabra y riéndome a gusto.
Pienso que sin querer se ha convertido en cierta manera en uno de los presidentes más curiosos y del que más se ha hablado acerca de sus discursos. No precisamente por la calidad y profundidad de los mismos, sino por la falta de claridad y la confusión.
Así que ¡Viva el vino!.
Gubi's place.





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