martes, 26 de julio de 2016

Barcelona 92...



Estas cuatro imágenes nos transportan sin lugar a dudas a un momento mágico que perdurará en la mente de todos/as aquellos/as que tuvimos la gran suerte de poder disfrutarlo.
Recientemente se han cumplido nada más y nada menos que 24 años desde que se celebraron los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 y parece que fue ayer, lo que nos recuerda que pasamos por la vida de forma fugaz y aquí no hay freno que valga.
Por aquel entonces yo tenía 17 años a punto de cumplir la mayoría de edad y tuve la gran suerte de asistir a los juegos olímpicos y a los paralímpicos, aunque la apertura y cierre de los mismos lo contemplé desde casa y fue tan emocionante que lo recuerdo y aún se me eriza la piel. Sobre todo aquel momento en el que Antonio Rebollo, arquero paralímpico lanzó la flecha olímpica que encendió el pebetero e hizo enmudecer a todos los asistentes y creo que a todas las personas que en aquel momento estábamos mirando el televisor en casa.
Otro momentazo sin lugar a dudas fue la canción de Barcelona, grabada pocos años antes de la celebración de los juegos e interpretada por el ya fallecido Freddy Mercury  y Monserrat Caballé. Menudas dos voces se juntaron que canción más fantástica que cada vez que escucho me emociona como la primera vez y se me llenan los ojos de lágrimas. Fue realmente hermoso, uno de los temas más bonitos que he escuchado jamás.





Después de este break tan emotivo prosigo con el post que se que muchos estaréis ahora transpostándoos a aquel precioso momento y no es para menos ya que no siempre se tiene la suerte de que un evento de estas características se lleve a cabo en nuestra ciudad.
No quiero menospreciar a ningún país ni tampoco el esfuerzo, ganas y voluntad que han ido poniendo en cada uno de los juegos que se han ido celebrando a lo largo de la historia, pero es que para mí, estos tuvieron algo especial, tuvieron magia...¿no os lo parece?, quizá es porque los viví con gran intensidad, coleccionando pins de Cobi, la mascota olímpica...los cuales aún conservo, acumulando posters, fotos y calendarios de los juegos y sobre todo guardando con gran afecto la foto del pebetero encendido que tuve la gran suerte de fotografiar cuando acudí a las competiciones de atletismo.
Quizá también los viví con esta intensidad porque se celebraron en mi ciudad, el lugar dónde nací y que me vio crecer... y eso marca a la par que enorgullece.
Que tiempos aquellos, que ya no volverán, que recuerdos más gratos, que felicidad se respiraba en el ambiente. Por entonces había trabajo para todos/as aquellos/as que querían trabajar...la ciudad se encontraba en su mejor momento, la proyección posterior y el reconocimiento mundial no se hicieron esperar. Barcelona se encontraba en el punto de mira y respondió con creces a las exigencias del mundo por aquel entonces. No existía la crisis, al menos no de la manera tan cruel que nos ha tocado vivir en estos momentos. El crecimiento de la ciudad por aquel entonces tomó un rumbo, que hasta la fecha, ha marcado un antes y un después. Equipamientos deportivos, la ciudad de los atletas conocida como la Vila Olímpica, que a día de hoy esta dejada de la mano de Dios...menuda contradicción. Pues no he pasado horas y horas patinando por aquellas calles durante todo el día, porque por aquel entonces apareció el boom de los patines en linea y todos/as nos lazamos a las calles a disfrutar de este deporte barato y divertido, que me proporcionó los mejores y peores momentos de mi vida.
Cuesta creer que años después no se hayan cuidado como merecen gran parte del equipamiento que sirvió en su momento para el buen funcionamiento de los juegos. También cuesta creer que toda la zona del paseo olímpico y el puerto se haya degradado de esta manera, permitiendo abusos, escándalos y turismo de bajo coste que lo único que hace es dar mala imagen a la ciudad y en los tiempos que corren no nos conviene nada. Pero supongo que si no hay una planificación en condiciones pasan estas cosas.
No obstante y a pesar de todo, nadie puede negar que Barcelona a día de hoy es una ciudad cosmopolita, llena de contrastes y repleta de lugares esplendidos que visitar, con un patrimonio cultural y arquitectónico estupendo. 
Así que procuraremos quedarnos con lo bueno a pesar de que la ciudad ha crecido demasiado y hay varias cosas que tiñen de negro la imagen que mantuvo durante muchos años. Imagino que esto es el handicap de muchas grandes ciudades.
¿Recordáis los Juegos Olímpicos de Barcelona 92? ¿Los vivisteis?.



Gubi's place.


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