jueves, 18 de agosto de 2016

Menores en las plazas de toros...




Hace pocos días saltaban todas las alarmas por esta imagen en la que aparecía la irritante Infanta Elena junto a su fastidiosa hija en una plaza de toros. Por todos es bien sabido que no es la primera vez que esta horrenda mujer acude junto a su prole a contemplar un espectáculo tan atroz, salvaje y horrendo como es una corrida de toros.
Como su primogénita es menor de edad no debe ni puede acudir a este tipo de exhibiciones por lo que en principio debería hacer frente a una multa de 10.0000€, pero teniendo en cuenta de quién se trata imagino que no tendrá que desembolsar ni un puto duro.
Pero como he indicado antes, no es la primera vez ni será la última, que algún famoso o personaje público aparece bien sonriente con sus hijos en una plaza de toros. Algo a lo que lamentablemente este tipo de gente nos tiene más que acostumbrados. Y aunque se supone o al menos eso creo yo, que deben dar ejemplo, ya que son muchas las personas que les siguen y están pendientes de ellos, haciendo cosas importantes para la sociedad, lo único que saben hacer es mostrar que carecen absolutamente de sensibilidad y respeto hacía el mundo animal. Por lo que sus vástagos adquirirán desde la mas tierna infancia la falta de escrúpulos a la hora de ver este tipo de barbaridades.
Además si os fijáis bien en la imagen, esta horripilante mujer sostiene su teléfono en cuya pantalla aparece la imagen del torero en plena faena. Supongo que para mostrarla a sus amigas cuando tomen el té o colgarla en su cuenta de Instagram. Hay que ser retrogrado para hacer algo así, pero con esa cara de bruja malvada lo dice todo esta señora.
Estoy totalmente en contra de una corrida de toros, no puedo entender como esto identifica a España y forma parte del folclore de este país. Alguien que acude a este lugar para ver sufrir a un animal que quiere huir despavorido porque no quiere estar allí y no me cansaré de decirlo, no es una persona, es un puto monstruo. 
Pero para esa persona, si es que se le puede llamar así, la vida de ese animal no vale la pena y por ello no hay que respetarla, sólo sirve para que se le torture en la plaza hasta que caiga exhausto y exhale su último aliento. Así que sus hijos aprenden lo mismo, los animales no sirven para nada, tan sólo para divertir al hombre y para que nos aprovechemos de ellos, nos riamos de ellos, abusemos de ellos y les peguemos un tiro o les propinemos una buena tunda de golpes y patadas porque al parecer es divertido y hace reír a los amigos. 
Sino decidme a mí porque hay tantos vídeos en los que aparece algún/a energúmeno/a que muele a palos a un pobre perro o quema vivo a un gato y la persona que graba o ayuda se muere de la risa porque parece ser que hacer sufrir a un ser vivo en clara posición de desventaja debe ser algo muy divertido. Jamás podré comprender estas cosas, mi cabeza no me da para más. Sólo puedo decir que son enfermos y sádicos y por ello les divierte y disfrutan con el dolor ajeno, porque son incapaces de empatizar con nadie.
Pero volviendo al tema en cuestión, que clase de padre lleva a sus hijos a ver un espectáculo tan sangriento y lo justifica después diciendo que eso es bueno para ellos. No creo que eso se pueda respaldar de ninguna de las maneras. 
Sin ir más lejos el padre de la criatura el esperpéntico Marqués de Marichalar simplemente ha indicado que no es para tanto porque él desde su más tierna infancia ya acudía a las corridas, así que con una respuesta tan profunda e inteligente como esta, me queda muy claro el funcionamiento de sus mentes.
Si queremos que este planeta no se vaya al traste debemos dejar mejores hijos para el futuro del mundo no al revés.
Todo esto acabará cuando se prohíban de una vez por todas estas atrocidades y haya un cambio de mentalidad a nivel global. Pero para que esto suceda aún deben transcurrir varias generaciones más.
¿Qué pensáis acerca de llevar a los menores a las plazas de toros?



Gubi's place.




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