viernes, 19 de agosto de 2016

Atracos a personas mayores...




Por desgracia los atracos y robos siempre han existido en esta sociedad pero de un tiempo a esta parte son cada vez más frecuentes y con mayor agresividad. La crisis ha agravado la situación y por desgracia las personas mayores suelen llevarse la peor parte de esto ya que son los más débiles y es muy fácil tirarles al suelo para robarles el bolso, el reloj o las cadenas de oro. 
Hace dos días estaba en el vestuario del gimnasio y unas mujeres mayores comentaban que unas amigas habían sido atracadas a plena luz del día cuando se encontraban tranquilamente tomando el fresco en la rambla principal del pueblo. Un chico joven les había atracado a ambas estirándoles de las cadenas que llevaban al cuello y había huido con total tranquilidad. Una de ellas cayó al suelo debido al tirón y la pobre mujer aún estaba en shock. Lo más sorprendente es el hecho de que prácticamente nadie mueve un dedo y contemplan la escena como si nada a pesar de que se trata de dos mujeres mayores, con dificultades de movilidad que se encuentran en una clara situación de desventaja.
Cuando los atracos se producen en sus hogares suelen ser mucho más crueles con ellos ya que la fuerza física para intimidarles está a la orden del día, les maniatan o simplemente les agraden de forma violenta. 
Si lo pensamos con frialdad es una vergüenza que les hagan pasar por todo este suplicio simplemente para llevarse unas pocas joyas que en la mayoría de los casos pertenecen a sus antepasados y han ido pasando de generación en generación. 
No hay ningún tipo de respeto, ni ética ni moral en esta sociedad. Son unos cobardes atacando a personas de avanzada edad para llevarse un pequeño botín por el que no les van a dar prácticamente nada en el mercado negro.
Recuerdo una vez hace años en la plaza de Cataluña, Barcelona, estaba yo sentada en la hierba al igual que muchas otras personas cuando vi a un tipo que agazapado se dirigía lentamente hacía una pareja que estaba en uno de esos momentos cariñosos y no vigilaban sus pertenencias desde hacia unos minutos. Pues el tipo les cogió la bolsa y arrancó a correr como una bestia y yo sin pensarlo dos veces pegué un brinco, me incorporé y grité: -al ladrón-, se nota que veo pelis porque tengo unos arrebatos...el chico volvió a la realidad en cero coma y le señalé al tío que seguía corriendo en dirección al portal del ángel. Pues le cogió en dos zancadas que barbaridad, se nota que llevaban cosas de valor porque no había visto a alguien correr de esa forma. Además le propinó tal guantazo con la mano abierta, que creo que a día de hoy aún le está doliendo. El resto de las personas que allí estaban, no tuvieron tiempo de reaccionar, parecía una película.
En este caso no era una persona mayor, era joven y se notaba ágil y con reflejos porque reaccionó inmediatamente. Si se hubiese tratado de una persona mayor no habría tenido la agilidad ni la velocidad suficiente para atrapar al caco y habría tenido que ser ayudada por alguna persona. Pero vivimos en una sociedad en la que hay miedo y nadie quiere mojarse por nadie, da igual si pegan a a alguien o le atracan, generalmente no se reacciona. Es muy lamentable francamente.
Por eso me quedo con un comentario que otra de la mujeres, no tan mayor, hizo en el vestuario. Que a pesar de que no se va a recuperar lo sustraído, hay que denunciar siempre porque de esta manera la policía elabora estadísticas que les sirven para solicitar efectivos y de esta forma podrán poner más vigilancia en las calles. 
Me pareció un comentario de lo más acertado y lo secundo totalmente, luego nos quejamos de que no hay suficiente policía ni patrullas en las calles, pero sino se denuncian este tipo de agresiones porque afortunadamente no han habido daños personales que lamentar para la policía es como sino hubiera pasado nada.
Por lo tanto está en las manos del ciudadano poder evitar atracos si hay más vigilancia en los puntos conflictivos.


Gubi's place.

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