Escribo este post a raíz de una anécdota que ha ocurrido hoy en la reunión del parking que deja claro que, la picaresca del ser humano no conoce límites y que no se trata de una cuestión de edades ni de géneros...aquí el más tonto hace relojes señores, cualquier estratagema es buena para conseguir un fin.
Resulta que estamos pendientes del permiso de obras para iniciar la restauración del mismo porque da pena verlo y necesita un lavado de cara urgentemente, así que hay que arreglar el suelo y pintar las paredes. Hasta aquí todo parece normal ¿verdad?, pues no es así. Resulta que se colgó un papel en el que los vecinos debíamos votar que color queríamos para la pared, ni mi pareja ni una servidora lo vimos; es más ni tan sólo sabíamos que se había pintado una de las paredes con las tres opciones disponibles...de hecho me he enterado esta tarde. Así que imaginaos que bien funciona la comunicación aquí, si a eso le añadimos el hecho de que la mitad de las cartas no llegan...entenderéis que nosotros nos enteramos muchas veces por terceros o por encontrarnos las comunicaciones en el tablón de anuncios, de las cosas que se aprueban y se pretenden hacer...si queremos transmitir una queja después el proceso se hace tan engorroso que no merece ni la pena.
Pero esa no es la cuestión, ya se ha hablado con el gestor y en principio han de llegar correctamente por email. La cuestión es que hay un buen hombre que se encarga, por decirlo de alguna manera, de barrer, revisar la puerta, arreglar, a su manera, algún desperfecto del parking y de paso hacer de portero y chafardero oficial, ya que sabe la vida de casi todos los propietarios...de nosotros no, menos mal, ya que vamos bastante a la nuestra. Pues este señor, siempre lleva consigo los dichosos papelitos de vecinos que depositan en él su confianza plena para que les represente en las reuniones. En algunas ocasiones ha sacado de su bolsillo hasta diez papeles...parece eso el bolsillo de Doraemon. Esta vez el tipo ha querido ir de listillo y ha guardado cuidadosamente la lista con las votaciones del color de la pared. Al desconocer que se había votado, antes de finalizar la reunión saqué de nuevo el tema porque quería saber cómo iba a quedar la cosa y de paso indicar que no había tenido la opción de elegir el color y que el más votado, no era de mi agrado.
Pues este señor, al principio no quería enseñar el papel...y entiendo perfectamente el por qué, ya que pretendía amañar los resultados porque su opción predilecta era la dos y no quería ceder de ninguna de las maneras. Pero no le quedó más remedio que sacarlo a la luz y cuando lo abrió y vi que varios vecinos habían votado las tres opciones o dos de ellas, ya me llevé las manos a la cabeza e intuí que aquello había sido manipulado por unos pocos que tenían excesivo interés en que saliera la opción número dos. Aquello me molestó y no pude contenerme en exclamar bien alto: - esto no es una quiniela, ¿no somos adultos ya?, se trata de escoger una, no todas las opciones-, no hizo falta decir mucho más, el mismo gestor se dio cuenta de la cagada y supongo que debió sentir algo de vergüenza al haber dado por válido aquella chapuza sin sentido. Así que indicó que al no tener fecha exacta de inicio de obras, se pasaría de nuevo el papel en el que se indicaría bien grande:- un voto por vecino-. No obstante y viendo cómo se habían hecho las cosas, le dije que quizá lo mejor era convocar una reunión y hacerlo a mano alzada escogiendo la opción más votada. Así seguro que no habría duda alguna.
Hay que ver como somos los seres humanos en serio, a la mínima intentamos colar un gol...no importa los medios, sino la finalidad. No hay respeto ni una pizca de consideración. No importa si la mitad de los vecinos no vienen, no saben, no se enteran...cómo a mí me gusta este color, pues este y punto pelota...además como me llevo muy bien con la gran mayoría de propietarios...pues la cosa queda entre nosotros y si cuela, cuela...¿en serio?. Estas cosas a mi me mosquean, al menos quiero reclamar mi derecho como propietaria de poder decidir igual que los demás, hasta aquí podríamos llegar.
Gubi's place.
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