martes, 27 de diciembre de 2016

Las comidas navideñas y sus temibles consecuencias...




Como ya sabéis cada año nos pasa igual, decimos que sólo vamos a picar un poco y al final estamos que no nos podemos ni mover de la silla. No entiendo porque se come tanto en estas fechas, parece como si nos hubieran dicho que en unas horas se acaba la vida en la tierra y debemos comer hasta reventar para al menos morir felices y con la panza llena.
Yo ya os dije hace unos días en otro de mis posts que me había acostumbrado a mi ensaladita y mi estómago lo estaba agradeciendo...los excesos ya no entran en mi rutina, así que imaginaos como me he sentido de llena estos días. De hecho ayer ya ni cené, no me cabía nada de nada, había llegado a mi tope. No me suele pasar, lo confieso, pero reconozco que todo esta tan bueno y apetitoso que empiezas a picotear, después sacan los extras...todo tan bien expuesto en la mesa...que acabas oyendo una vocecilla que te pide a gritos que le hinques el diente a cualquier cosa que tu vista alcance.
Esto no debe ser sano, tres días seguidos dándolo todo sin parar, es una locura. Menos mal que hacemos un pequeño parón porque sino servidora no se va a poder abrochar el pantalón...aunque aún nos queda fin de año y Reyes....bufff que barbaridad. 
Sino tuviera una familia a la que le gusta tanto jalar, estas cosas no pasarían, porque quién no trae un turrón, trae unas neulas y sino unos polvorones, unos bombones, unos mantecados, frutos secos...da igual, así pasamos el rato. Jugamos al Bingo al Monopoly y seguimos picoteando, ¿qué ocurre? pues que al levantarse de la silla tienes una sensación de saciedad tremenda que hace que aborrezcas la comida. 
Cómo ya os he dicho antes, eso mismo me ocurrió a mi ayer a la noche, no cené porque no me entraba nada de nada y dormí bien, he desayunado muy poco, he comido las sobras del día anterior...que no vayáis a creer que ha sido un platazo sino todo lo contrario y he picoteado unos snacks salados. Ahora noto que tengo hambre, pero sólo cenaré una sopita y poco más, quiero seguir con mis rutinas porque no sé a quién se le ocurrió la brillante idea de que en estas fechas hay que reventar las costuras del pantalón.
Que el reunirse con la familia no debe ser un pretexto para ponerse ciego hombre, todo con moderación.
Espero que llevéis bien las comilonas de Navidad y no ganéis muchos quilos y si los ganáis deseo que sean de felicidad.




Gubi's place.

No hay comentarios:

Publicar un comentario