Nunca pensé que podía estar tan cansada después de estar tres días de pie, con nervios y dando lo mejor de mí por vender alguno de mis cuadros. Pero comprendo que este cansancio es totalmente normal por la falta de costumbre. Ser feriante es duro de narices os lo aseguro. Y eso que nos ha hecho buen tiempo porque si encima de la ventolera hubiese llovido...apaga y vámonos.
No tengo ganas de nada, todo me cuesta una vida y he de hacer un sobre esfuerzo para poder mantenerme en pie, es como si me hubieran puesto una losa en los pies y me pesara como tres veces mi persona.
Supongo que será porque es la primera vez y por ello me he agotado psicológicamente al estar al pie del cañón, manteniendo una sonrisa y haciendo esfuerzos por no irme a casa a dormir.
Poco a poco espero ir sintiéndome mejor, con más fuerza y con más ganas que sino la semana se va a hacer larga, densa y pesada.
¿Habéis tenido la sensación alguna vez de que intentáis manteneros activos pero vuestro cuerpo solo quiere tumbarse en el sofá? Pues así me siento un poco ahora :-/
Que barbaridad, como se estropean los cuerpos, con lo que yo había sido y a la mínima de cambio estoy para irme a un spa y no salir en un mes de la sauna, las piscinas y el jacuzzi.
Gubi's place.
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