miércoles, 27 de abril de 2016

¿Por qué algunos conductores tienen la manía de hurgarse la nariz?




¿Cuantas veces habéis subido en el coche ya sea de copiloto o de conductor y en un semáforo al mirar a vuestro lado comprobáis que el conductor del coche contiguo está hurgándose la nariz con tal afición que parece que vaya a sacar petroleo?. Parecen hipnotizados, con una leve sonrisa, mirando al frente y ensimismados con su introspección nasal. 
Esta claro que la conducción despierta esa afición por sacarse mocos...o como diría mi abuelo, en paz descanse, sacarse entradas. Esta claro que cuando uno se sienta frente al volante se deja poseer por esa cochina afición que muchos adultos siguen practicando cuando nadie les ve o cuando creen que nadie les ve.
Yo me pregunto si uno se concentra mejor con el dedo dentro de su nariz, porque si es así esto no me lo habían dicho a mí en la autoescuela. De hecho yo juraría que esto lo que hace es distraerte y ya bastante mal conducen algunos como para que encima se despisten con sus fosas nasales, a ver que encuentran ahí dentro.
Pero dejando a un lado el sarcasmo, me voy a poner un poco más seria ya que sin ir más lejos hoy me he topado con un artículo en el que indica que hurgarse la nariz es una enfermedad llamada Rinotilexis y está clasificada como un trastorno obsesivo compulsivo que afecta únicamente al 1% de la población. Al estar dentro del vehículo estas personas se sienten protegidas. Al parecer el coche les ofrece privacidad aunque seamos claros, estas totalmente expuesto sobre todo en un semáforo dónde todo el mundo puede verte. Así que al menos podrían intentar ser un poco más discretos.
Jamás hubiera pensado que hurgarse la nariz fuera una enfermedad que incluso puede derivar en Mucofagia. Es curioso que algo que parece tan normal y habitual sea catalogado dentro de los trastornos obsesivo compulsivos.
Supongo que es una manía que hay que controlar desde la más tierna infancia para que no derive en este tipo de trastornos. Pero imagino que no debe ser fácil ya que muchas veces nos repiten que no debemos hacer ciertas cosas y sin embargo las hacemos lo que acaba convirtiendo un acto puntual en un hábito o una obsesión, que aún es peor.
Así que a partir de ahora si veis a un conductor sacándose mocos, podréis tener en cuenta de que no es comportamiento normal y que está provocado por esta enfermedad. No obstante si que es conveniente matizar que ciertas cosas no es necesario compartirlas con el resto de personas. 
Si se quieren recrear con sus narices, al menos que lo hagan de forma más disimulada porque no cuesta tanto. Los cristales de los coches no son opacos precisamente.





Gubi's place



No hay comentarios:

Publicar un comentario