viernes, 20 de mayo de 2016

Frases y coletillas de hoy y de siempre.



Este es otro de esos posts que pretende hacer un repaso a todas aquellas expresiones, coletillas y frases hechas que hemos ido heredando o que hemos incorporado a nuestro léxico a medida que nos hemos ido haciendo mayores y nos han sangrado los oídos de tantos escucharlas.
Intentaré hacer un repaso por aquellas que más nos suenan, por ejemplo la frase de la foto...¿quién no la ha oído alguna vez? o mejor dicho, ¿quién no lo ha dicho asombrado/a por algo o alguien en algún momento?. Es una frase que se usa mucho y en cualquier momento, cuando algo nos parece lo suficientemente increíble o asombroso es que es muy fuerte para creerlo, por eso decimos que fuerte me parece. 
Generalmente usamos frases mal sonantes, vulgaridades e insultos para referirnos a ciertas cosas. No es el uso adecuado que se espera y desea del lenguaje, pero la triste realidad es que solemos aprender las frases soeces mucho antes que dominar cualquier idioma, que le vamos a hacer. 
Siguiendo esta linea tenemos el famoso: ¡Manda huevos!, esta expresión sirve para todo ya sea para bien o para mal. Siempre que algo nos sorprende o nos toca las narices lo soltamos y nos aliviamos un poco.
Otra de las expresiones, que yo utilizo a menudo y aún no sé por qué, quizá porque me hace gracia como suena es: le va a dar un tabardillo. Siempre había oído: Le va a dar un ataque o le va a dar un síncope, pero a mí me hace más gracia tabardillo, que de hecho significa una persona alocada. Pues cuando veo a alguien que se sobre excita por algo, se lo digo y me hace mucha gracia...sin ofender claro.
Algunas de las que no pasan de moda son: El invento del tebeo o el truco del almendruco. La primera de ellas esta sacada de una publicación de cómics que se llamaba los inventos del TBO. Coloquialmente la utilizamos para designar un apaño de alguien sobre algo. La segunda se utiliza para referirse al método simple y fácil para llegar a la resolución de algo.
Otra de las grandes expresiones que no pasan de moda es: Me parto o me parto la caja. Principalmente se refiere a que algo que nos ha producido mucha risa puede hacernos partirnos por la mitad del ataque incontrolado que estamos sufriendo...digamos que es un ataque de risa elevado al cubo.
Otras dos expresiones que de ve en cuando aún sigo escuchando son: ¡Hasta luego Lucas! y me piro o me las piro. Ambas se utilizan para despedirse.
Hay muchas más expresiones, que me decís por ejemplo de: Alucino pepinillos o flipo en colores; la verdad es que yo siempre me he sorprendido de ambas frases, las encuentro muy divertidas porque si algún día llego a alucinar pepinillos me voy a preocupar y mucho.
Un clásico de clásicos es: ¡Hay que joderse!, está es muy mal sonante y el sector masculino suele hacer bastante uso de ella, no lo digo por molestar, sino porque es una realidad. Se usa para manifestar cualquier alteración anormal de la cotidianidad de la persona.
Otras expresiones que a mí personalmente no me agradan nada son: ¡Pero vamos a ver! y ¡A ver si lo entiendes!...bufff ambas me crispan los nervios porque dan a entender a la persona que las recibe que no es excesivamente lista para entender según que cosas y ciertamente las considero molestas y burlescas.
Luego existen expresiones que ya vienen de lejos, como por ejemplo: ¡Se armó la gorda! o ¡se armó el Belén!. Simplemente dan a entender que los acontecimientos actuales nos van a llevar a una gran tormenta y será difícil salir de aquí o que hemos entrado directos al ojo del huracán.
Como ya he dicho, expresiones hay muchas y podríamos estar horas nombrándolas y no acabaríamos nunca. He preferido no poner las más mal sonantes y sí las más cotidianas. 
Una de las coletillas que se usan mucho sobre todo en la juventud es al acabar una frase soltar un !tío¡ o un ¿hola?. Entiendo que a ellos les parece muy moderno pero para mí acabar una frase y soltar un tío, no es excesivamente educado que digamos y en según que situaciones no te deja en muy buen lugar. Hacer un buen uso del lenguaje es algo más importante de lo que parece.
Acabaré con una expresión por excelencia que forma parte del patrimonio lingüístico español, el ¡Cagüen la hostia!. He escogido la más decente porque variables de esta expresión hay muchas y a cual más necia y brusca. Es también una frase que el colectivo masculino suele usar con bastante asiduidad para manifestar su descontento por algo...cosa que suele suceder a menudo...y ahí lo dejo.
Espero que os haya gustado.
¿Cuantas expresiones más conocéis?







Gubi's place.

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