Este es otro de esos posts que pretenden rememorar el suplicio que las personas bajitas como yo hemos sufrido durante años cuando nos hemos ido a comprar un pantalón y al probarlo nos sobraban entre diez y quince centímetros. Suponía un doble gasto porque sí o sí debías arreglar los bajos. Esto nos recordaba una y otra vez que no somos altas y que los pantalones aquí en España se hacen pensando en mujeres Islandesas o Danesas, teniendo en cuenta que la altura media en España para el género femenino no sobrepasa el 1,65 centímetros.
La verdad es que no sé si la idea es que con la tela sobrante pretendían que confeccionáramos un bolso o nos dedicáramos a hacer manualidades para entretener a nuestros hijos o sobrinos.
La cosa es que a mi me daba mucha rabia porque me daba cuenta de que era baja y me gastaba el dinero en un pantalón que me lo recordaba continuamente hasta que por fin arreglaba los bajos y lo ajustaba a mi medida.
Lo mismo ocurría con los vestidos, el hecho de ser baja te limitaba mucho para poder lucir uno largo porque parecía que te habías puesto una sábana por encima e ibas a asustar a alguien y si encima intentabas ponerte unos tacones o unas plataformas corrías el riesgo de romperte la crisma y torcerte un tobillo. La única opción era llevar vestidos cortos hasta la rodilla que al menos disimulaban tu pequeña estatura.
Pero gracias a Dios que han inventado los pantalones tobilleros que una vez te los pruebas ya no puedes pasar sin ellos. Porque no te recuerdan una y otra vez lo bajita que eres ya que llegan justo al tobillo e incluso algunos un poco más arriba por lo que te ahorras dinerito y puedes ir tranquilamente a la moda sin tener que esperar una semana a que te arreglen el bajo.
Menos mal que poco a poco el tallaje se va adecuando a las medidas de las personas estándar y aparecen muchas más opciones para que los que no medidos un metro ochenta no nos sintamos mal por ello.
¿Os ha pasado alguna vez de ir a comprar un pantalón y tener que doblar mínimo un palmo?
Gubi's place.
La verdad es que no sé si la idea es que con la tela sobrante pretendían que confeccionáramos un bolso o nos dedicáramos a hacer manualidades para entretener a nuestros hijos o sobrinos.
La cosa es que a mi me daba mucha rabia porque me daba cuenta de que era baja y me gastaba el dinero en un pantalón que me lo recordaba continuamente hasta que por fin arreglaba los bajos y lo ajustaba a mi medida.
Lo mismo ocurría con los vestidos, el hecho de ser baja te limitaba mucho para poder lucir uno largo porque parecía que te habías puesto una sábana por encima e ibas a asustar a alguien y si encima intentabas ponerte unos tacones o unas plataformas corrías el riesgo de romperte la crisma y torcerte un tobillo. La única opción era llevar vestidos cortos hasta la rodilla que al menos disimulaban tu pequeña estatura.
Pero gracias a Dios que han inventado los pantalones tobilleros que una vez te los pruebas ya no puedes pasar sin ellos. Porque no te recuerdan una y otra vez lo bajita que eres ya que llegan justo al tobillo e incluso algunos un poco más arriba por lo que te ahorras dinerito y puedes ir tranquilamente a la moda sin tener que esperar una semana a que te arreglen el bajo.
Menos mal que poco a poco el tallaje se va adecuando a las medidas de las personas estándar y aparecen muchas más opciones para que los que no medidos un metro ochenta no nos sintamos mal por ello.
¿Os ha pasado alguna vez de ir a comprar un pantalón y tener que doblar mínimo un palmo?
Gubi's place.
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