Durante estas vacaciones vi un anuncio en repetidas ocasiones que me hizo plantearme seriamente que vivimos en una sociedad consumista al cien por cien en la que se fomenta la compra compulsiva. Pero no sólo eso, tengo la sensación y esto ya es una opinión totalmente personal de que la imagen de la mujer en este tipo de anuncios queda un poco a la altura del betún. Me voy a explicar un poco mejor, digamos que cuando veo este tipo de spots, en concreto el anuncio de Showroomprive.es, que aunque no me guste hacer publicidad lo he de decir, percibo una imagen de mujer estúpida consumista compulsiva a la que sólo le interesa lucir bonita y debo confesar que no me hace mucha gracia.
Por un lado soy consciente de que es muy cómodo comprar por Internet, que te lo traigan a casa y devolverlo si la prenda no te sienta bien. Evitas colas, aglomeraciones en las tiendas en épocas de rebajas y con sólo darle a un click tienes la prenda que deseas. Además es algo que se está imponiendo a pasos agigantados y que cada vez gana más adeptos/as. Lo que pasa es que me da la sensación de que se muestra una imagen de mujer obsesionada con tener el mejor fondo de armario del barrio, con el hecho de disponer de múltiples complementos para cada ocasión y ser la más cool entre sus amigas ya que tiene un modelito para cada ocasión. A mí eso me parece un poco humillante y creo que los publicistas sin querer o queriendo tildan al sector femenino de frívolo y un tanto estúpido. Da la sensación de que la gran mayoría de las mujeres viven obsesionadas por la moda, lo que vendría a decir unas fashion victims y que sólo se sienten bien comprando. Cosa que es totalmente falsa, todo se ha de decir, porque a mí me gusta la moda pero no me vuelvo loca ni me dejo la nómina en ropa ya que considero que hay cosas mucho más importantes que tener veinte bolsos de marca en el armario. Pero respeto y entiendo que aquellas personas que se lo puedan permitir los tengan sino les motivan otras cosas. Yo no juzgo a nadie, cada cual que decida que hacer con su dinero, faltaría más.
Pero creo que la polémica esta servida ya que esto es un arma de doble filo y puede desencadenar en una enfermedad psicológica, conocida como oniomanía que muchas personas padecen sin saberlo. No exagero porque hace relativamente poco vi un programa en televisión acerca de este tema dónde se hacía el seguimiento del día a día de un grupo de mujeres de diferentes edades y pertenecientes a distintos estatus sociales, que vivían única y exclusivamente para comprar. Mujeres que habían solicitado incluso créditos, otras pocas que estaban a un paso de que les embargaran la casa porque su obsesión por las compras las había dejado sin blanca y muchas de ellas que no disponían de suficiente espacio para poder guardar las cantidades industriales de ropa que compraban al año y que debían hacer uso del garaje, del sótano o buhardilla para seguir almacenando cantidades y cantidades de ropa.
Cuando ves esto, te planteas muchas cosas, bien es cierto de que a todas la mujeres o al menos a la gran mayoría nos gusta lucir bien y tener ropa suficiente para poder afrontar cualquier situación que se nos presente. Pero una cosa es esto y otra bien distinta es disponer de tanta ropa que ya no cabe ni en casa. O solicitar un crédito, o vender muebles, joyas y demás enseres personales porque la obsesión por comprar es tan grande que se ha convertido en el centro de nuestra existencia. O incluso poder perder la casa porque no puedes controlar tus impulsos cuando entras en una tienda. El tema es grave, por lo pronto el sector femenino es el más afectado, pero es lógico teniendo en cuenta en que clase de sociedad vivimos. Así que tenemos un problema de trasfondo muy serio.
Esto son palabras mayores señores/as, por eso he indicado antes de que es un arma de doble filo ya que estamos hablando de un trastorno psicológico que empuja a quién lo padece a comprar de forma compulsiva sin una necesidad real. Y lo único que hacen estos anuncios mostrados de esta forma tan tonta y tan aparentemente inocente, es fomentar y acrecentar la oniomanía, que ya he mencionado antes.
Muchas veces este impulso incontrolado es una manera de suplir ciertas carencias afectivas o emocionales comprando cosas que a corto plazo no vamos a usar. Pero como ya he dicho, el problema real es esta sociedad que una vez más nos trata como a borregos, marcándonos las pautas en todo momento sin dejar que pensemos por nosotros mismos. Y no sólo eso, el culto al cuerpo, el ser jóvenes eternamente, la alta competitividad, las acusadas desigualdades existentes...empujan a muchos/as a aislarse de todo esto refugiándose en este tipo de aficiones que les ayudan a sentirse mucho mejor mientras mantienen su mente ocupada.
Por eso salir de esta rueda es complicado, pero una vez se consigue y se ven las cosas desde otra perspectiva, todo funciona mucho mejor y la visión de esta sociedad entonces es de risa, creedme.
Gubi's place.
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