Esta es la tercera isla que visito del archipiélago Canario, el año pasado estuve en La Palma, hace algunos años en Tenerife y este año ha tocado en Fuerteventura. Una isla de grandes playas y mucho viento, ideal para los amantes del surf y para todos aquellos que adoran el calor y la playa.
La totalidad del suelo de la isla esta protegido y sin embargo te das cuenta de que muchas son las personas que aún no entienden la importancia de preservar el medio ambiente y de respetarlo. Es una pena que playas tan bonitas, de agua cristalina y fondo color turquesa que llaman fuertemente la atención y que invitan al baño sean usadas por desaprensivos que llenan la arena de colillas y papeles.
A mí me produce tristeza, la verdad es que es algo que no logro entender. ¿Tanto cuesta hacer las cosas bien? si fumas no entierres la colilla en la arena, guárdala en un recipiente destinado para ese uso. Si comes tira los papeles a la papelera y deja la playa limpia para que otras personas después puedan disfrutar de la misma manera que tú.
Me indignan estas cosas y de hecho lo estuve comentando con mi pareja y especulando acerca de cuales podrían ser las soluciones más acertadas. Llegando ambos a la conclusión de que el Cabildo insular debería tomar cartas en el asunto de forma drástica y puede sonar muy descabellado lo que voy a decir, pero sería altamente efectivo si se recogieran muestras de todas las personas que llegan a la isla y de sus residentes creando una gran base de datos en la que apareciera su ADN, de forma altamente confidencial. En plan CSI, aunque suene una locura. De esta forma podrían distribuirse partidas de personas que recogieran posteriormente estas colillas y las analizaran en los laboratorios para enviar la correspondiente multa económica a las personas que se han pasado por alto las normas de respeto por el medio ambiente.
Se que así de buenas a primeras puede resultar incluso violento, pero como dice José Mota: - ¿y si si?, si esto se llevara a cabo y se le obsequiara con un buen sablazo en el bolsillo a todas aquellas personas que no hacen las cosas bien, estoy completamente segura de que no se verían más colillas entre las rocas.
No obstante el hecho de poner vigilancia y dar trabajo para encargarse de que las playas queden impolutas después de su uso es algo que los Cabildos insulares deberían cuestionarse seriamente si quieren que se siga preservando el entorno y disfrutando de forma respetuosa de sus bonitas playas.
Pero volvemos a lo mismo, tirar los papeles al suelo alegando de que ya existen los barrenderos es la excusa más antipática que he escuchado en la vida. Me parece una falta de respeto y de consideración enorme. La educación en este aspecto debería ser una asignatura obligatoria en esta sociedad y muchos más spots tendrían que bombardear al ser humano para que entendiera que la tierra no es nuestro vertedero ni nuestra papelera particular que todo lo engulle sin dejar rastro.
Poco a poco tenemos lo que nos merecemos por explotar al planeta y creer que los recursos que nos ofrece son perennes, nada más lejos de la realidad.
Si seguimos así vamos a comer ladrillo y plástico.
Gubi's place.
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