Con el título de este post y habiendo encabezado el mismo con esta ilustración debería quedar muy claro que el respeto es fundamental en esta vida para que las cosas salgan bien. En cualquier lugar en el que nos encontremos debemos respetar y ser respetados, no importa si sólo son conocidos, si son nuestros mejores amigos o si se trata de nuestra propia familia, en cualquier ámbito el respeto es fundamental.
Como ya he dicho en otras ocasiones no elijo la temática de mis posts al azar, lo hago con conocimiento de causa y siempre con un motivo de peso, bien porque he vivido esa situación muy de cerca o bien porque lo percibo del resto de personas que me rodean.
En este caso me veo obligada a hablar de este tema porque obviamente me a tocado de pleno y con personas muy cercanas a mí, muy pero que muy cercanas a mí :-/ y eso jode en el alma y se te clava como esa astilla que no hay forma de sacar hasta que no coges una aguja, te levantas la piel y te auto mutilas sin poder evitarlo. Pues así me siento yo ahora con bastante malestar y un nudo en la garganta porque no soporto indicar a los demás que me respeten cuando algo no me gusta o me molesta y que hagan caso omiso de mis palabras y se lo pasen por el forro. Eso me repatea el hígado de mala manera y he llegado a un punto en mi vida en el que ya no lo voy a consentir, provenga de quien provenga.
No quiero adentrarme en detalles porque no merece la pena, simplemente quería comentarlo en términos generales, ya que muchas veces las personas piensan que todo es una fiesta y de que no hay que respetar a los demás y por ello se permiten el lujo de hacer bromas y chistes esperando que esa persona lo comprenda y también se ría. Pero a veces no todas las bromas hacen gracia y no siempre hay que aceptar de buen grado una guasa, ya que todo tiene su límite y eso es algo que hay que respetar. Por lo tanto, si se dice: - ¡basta!, significa que la broma se acaba y punto final. No significa que se da pie a que continúen con el cachondeo. Esto es justamente lo que me ha ocurrido a mí, lo he dejado estar hasta que la mofa ya no me ha hecho nada de gracia, por ello he golpeado la mesa y me he posicionado haciendo entender a los demás que ya era más que suficiente. Mi sorpresa ha sido recibir una respuesta negativa por parte de la demás y una gran incomprensión seguida de un sinfín de reproches a mi persona y mi carácter. Supongo que ahora me toca aguantar este chaparrón, pero después de la tormenta siempre llega la calma...así que espero que las aguas vuelvan a su cauce, todo se solucione y quién deba disculparse lo haga y con razón...
Por eso considero que hay que ir con mucho cuidado con las bromas que hacemos porque perder el respeto es muy sencillo y la línea que lo separa es tan fina que a la mínima de cambio se traspasa y después vienen los malos entendidos y los problemas...que posteriormente cuesta mucho arreglar.
Gubi's place
En este caso me veo obligada a hablar de este tema porque obviamente me a tocado de pleno y con personas muy cercanas a mí, muy pero que muy cercanas a mí :-/ y eso jode en el alma y se te clava como esa astilla que no hay forma de sacar hasta que no coges una aguja, te levantas la piel y te auto mutilas sin poder evitarlo. Pues así me siento yo ahora con bastante malestar y un nudo en la garganta porque no soporto indicar a los demás que me respeten cuando algo no me gusta o me molesta y que hagan caso omiso de mis palabras y se lo pasen por el forro. Eso me repatea el hígado de mala manera y he llegado a un punto en mi vida en el que ya no lo voy a consentir, provenga de quien provenga.
No quiero adentrarme en detalles porque no merece la pena, simplemente quería comentarlo en términos generales, ya que muchas veces las personas piensan que todo es una fiesta y de que no hay que respetar a los demás y por ello se permiten el lujo de hacer bromas y chistes esperando que esa persona lo comprenda y también se ría. Pero a veces no todas las bromas hacen gracia y no siempre hay que aceptar de buen grado una guasa, ya que todo tiene su límite y eso es algo que hay que respetar. Por lo tanto, si se dice: - ¡basta!, significa que la broma se acaba y punto final. No significa que se da pie a que continúen con el cachondeo. Esto es justamente lo que me ha ocurrido a mí, lo he dejado estar hasta que la mofa ya no me ha hecho nada de gracia, por ello he golpeado la mesa y me he posicionado haciendo entender a los demás que ya era más que suficiente. Mi sorpresa ha sido recibir una respuesta negativa por parte de la demás y una gran incomprensión seguida de un sinfín de reproches a mi persona y mi carácter. Supongo que ahora me toca aguantar este chaparrón, pero después de la tormenta siempre llega la calma...así que espero que las aguas vuelvan a su cauce, todo se solucione y quién deba disculparse lo haga y con razón...
Por eso considero que hay que ir con mucho cuidado con las bromas que hacemos porque perder el respeto es muy sencillo y la línea que lo separa es tan fina que a la mínima de cambio se traspasa y después vienen los malos entendidos y los problemas...que posteriormente cuesta mucho arreglar.
Gubi's place
No hay comentarios:
Publicar un comentario