jueves, 6 de octubre de 2016

Siempre hay que procurar ser amable...



Tal y como indica este recorte, el ser amable es siempre más fácil cuando se dice que cuando se aplica, sin embargo y para sorpresa de muchos/as cuando se es amable se consiguen las cosas sin tener que batallar por ellas. Digo esto porque a día de hoy no deja de sorprenderme la cantidad de personas que siguen utilizando la coacción, los gritos y las faltas de respeto para dirigirse a los demás.
Seamos francos todos necesitamos encontrar a personas amables a nuestro alrededor, quién diga lo contrario es un necio o bien no es amable con sus congéneres. En el fondo la gran mayoría ansiamos que nos escuchen y que nos ayuden cuando lo necesitamos de manera totalmente altruista, que se dirijan con buenas palabras hacía nuestra persona y que en definitiva nos faciliten las cosas.
Aprovecho este post para traer a colación el hecho de que personalmente, he procurado siempre ser amable con todo el mundo que he conocido, ya sean amigos, compañeros de trabajo, jefes, vecinos, etcétera. Creo que el respeto y la empatía son dos herramientas fundamentales para primero de todo, entablar una buena conversación y para estrechar los lazos y crear interesantes asociaciones o colaboraciones posteriores. Soy consciente de que no todo el mundo sabe aplicarlo ni desea hacerlo siquiera, ya que la cesta a veces contiene manzanas podridas, que no suman sino más bien restan y debemos aprender a lidiar con ello.
 Desafortunadamente he conocido a muchas personas así, seres tóxicos que desconocían la palabra amabilidad y preferían tratar con desdén a los demás criticando y menospreciando sus actitudes y virtudes.
La finalidad de este post no es otra que promover la amabilidad con todas aquellas personas que nos rodean. 
Por qué no vamos a ayudar a una persona invidente a cruzar la calle o a subir a un vagón de tren, yo lo he hecho muchas veces y creedme que lo agradecen por muy autosuficientes que sean, por qué no vamos a ayudar a una mujer mayor a coger algo de un estante del supermercado, por qué no ayudar a alguien a quién la informática se le resiste, porqué no ayudar a una persona que se le ha caído algo del bolso...hay que ser más humanos porque todo luego es devuelto de la misma forma y merece la pena invertir un poco en hacer felices a los demás, porque aunque cueste aceptarlo, también nos alegra la vida a nosotros.
No obstante también confieso que a veces me cuesta ser amable con ciertos individuos...soy humana que le voy a hacer, pero aunque todo el mundo se merezca que seamos amables, hay casos en los que cuesta un poco más y debemos hacer un sobre esfuerzo. No vayáis a pensar que me paso el día prodigando amor porque tampoco es plan, creo que me agotaría y repito, hay momentos en los que no se puede ser amable.




Gubi's place.


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