Salir de la zona de confort es uno de los grandes retos de nuestra vida, un pequeño paso que nos separa del éxito y que en ocasiones cuesta un mundo, por eso muchas personas prefieren quedarse en su zona de seguridad y no arriesgarse a perseguir sus sueños por temor a fracasar o porque ya les va bien así, que de todo hay en este mundo.
Pero si nos paramos a pensar detenidamente, el fracaso forma parte de la vida, a veces es importante fallar y tocar fondo para poder valorar después los éxitos que lleguen, no hemos de verlo como una amenaza sino como una oportunidad.
Yo me he caído y me he desmoronado por un serie de circunstancias y de experiencias que me han hecho caminar al filo del abismo hasta caer en lo más hondo de un pantano y cuando creí que todo estaba ya perdido empecé a ver la luz al final del túnel.
Reconozco que no ha sido una tarea sencilla a día de hoy aún lucho contra mis temores y contra aquellos tabúes impuestos por la sociedad que, nos impiden conseguir nuestros sueños...pero me he arriesgado y puedo afirmar con certeza de que está mereciendo la pena. A día de hoy agradezco haberme sentido insignificante para poder empezar a ser una persona nueva con las bases mucho más asentadas y firmes. De todo se aprende, nada es en vano, ni sucede por casualidad, de hecho me atrevería a decir que la totalidad de los hechos que acontecen en nuestra vida tienen una conexión aunque en ocasiones no las veamos...y estoy segura de que muchas veces las cosas ocurren así de esa forma tan peculiar y molesta, para conseguir nuestro propósito.
¿No os ha pasado alguna vez que os encontráis frente a una situación que pinta fatal y no veis la salida por ningún sitio, os desesperáis porque teméis lo peor y cuando habéis perdido la poca esperanza que os quedaba, se acaba arreglando?...pues a mi sí, cuando creí que me quedaría sin pelo y me iba a explotar la cabeza de tanto pensar, se acabó solucionando y encima de manera favorable...como de costumbre me he desviado del tema, no era esa la intención, aunque si debo admitir que tuve que salir de mi zona de confort para que aquel problema se solucionara.
A veces no queda otra o te arriesgas y apuestas todo a una carta o no avanzas.
Por lo tanto seguiremos en la misma senda en la que nos encontramos ahora, iremos avanzando poco a poco y nos dejaremos llevar por la corriente...mucho más efectivo que luchar contra ella ¿no creéis?.
Gubi's place.
No hay comentarios:
Publicar un comentario