El ponerse en la piel de los demás intentando comprender porque son así, porque hacen las cosas que hacen y porque su cultura es distinta, es fundamental para acabar con los estereotipos y prejuicios.
No es una tarea sencilla porque en esta sociedad estamos demasiado condicionados desde la más tierna infancia y no se nos enseña a respetar a los demás, a valorarlos y a ponernos sus zapatos para recorrer su camino antes de juzgarlos.
Uno se topa de repente con la realidad y se da cuenta de lo cruel que puede ser esta sociedad con los extranjeros, de como les excluimos y les señalamos con el dedo; pero no solo eso, se tilda de tontas a las mujeres sólo por ser rubias y miramos mal a aquellos que llevan tatuajes y piercings.
La gran mayoría de las veces somos incapaces de ver más allá del aspecto físico y nos creemos que debemos fiarnos de alguien con traje y repudiar a una persona por vestir informal.
Estas estúpidas conductas nos convierten en adultos desconfiados, llenos de odio y rencor e incapaces de entender a los demás. Pero no sólo ocurre aquí, considero que esto es generalizado y por eso pasan las cosas que pasan, porque no sabemos respetar a los demás y porque consideramos que sino ha nacido en nuestro país es un ser inferior al que debemos dejar de lado.
Aunque es muy triste, es una realidad y confieso que yo misma a veces he juzgado y he mirado mal sin sentido aparente. De hecho hace relativamente poco he tenido una conversación con el hijo mayor de mis vecinos marroquíes con los que hasta la fecha no me había llevado bien porque me resultaban muy molestos y mal educados. Así que poco a poco dejé de ser amable con ellos...y he pagado las consecuencias porque de un tiempo a esta parte los niños no me miraban bien y aunque no entiendo el idioma, era capaz de comprender que sus cuchicheos y risas cada vez que pasaba no eran para decir lo buena persona que soy...sino cómo puede llegar a ser tan gilipollas esta chica de las gafitas.
Esto no me hacía sentir bien, así que cuando he tenido la oportunidad de hablar con el hijo mayor, le he pedido disculpas y también le he dicho que a pesar de todo intentara comprenderme, porque mis malas caras en parte estaban justificadas, ya que son una familia muy ruidosa y tienen poca consideración. Así que como hablando se entiende la gente, creo que nos hemos dado otra oportunidad para empezar desde cero. Por lo tanto mientras estemos viviendo en la misma escalera nos tendremos que llevar bien, respetarnos y comprender que no vivimos solos...y por lo pronto ha dado resultado ya que hoy mismo me lo he encontrado y hemos hablado con total normalidad...y desde que mantuvimos la conversación han hecho mucho menos ruido y se agradece. Es mejor así porque nunca sabes cuando puedes necesitar de alguien, además siendo amable se consiguen muchas más cosas.
Para que veáis como son las cosas y lo importante que es ser tolerante y llevarse bien con los demás. Incluso hace que te sientas mucho mejor por ser una persona mucho más flexible, educada y considerada.
Gubi's place.
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