viernes, 27 de enero de 2017

Encantadores de serpientes...




Cuando hablo de encantadores de serpientes no me refiero a ese freak con turbante y flauta que maltrata a un pobre reptil haciendo alusión al hecho de que posee poderes mágicos y que por ello le obedece al son de una estúpida melodía. Me refiero a esas personas que engatusan a los demás con su encanto y seguridad haciéndoles creer que son de una forma cuando en realidad son muy distintos.
A veces es fácil detectar a un encantador de serpientes, otras es más complicado y hasta que no pasa un tiempo prudencial y ligas una serie de cabos que te llevan a pensar que en algunos de sus actos y maneras hay gato encerrado, no te das cuenta de que has sido engañado por uno de ellos.
Son capaces de llevar una doble vida sin que nadie lo sepa, es increíble hasta dónde puede llegar el ser humano con tal de conseguir sus fines. 
Seductores natos, triunfadores de la vida, me refiero a esa clase de hombres que chasquean sus dedos y consiguen a cualquier mujer...hecho que provoca que aumente su ego y disminuya su respeto, delicadeza y empatía.
Estamos rodeados de ellos...y de ellas también, que aquí nadie se libra, pero he hablado en masculino por un caso concreto y cercano que hemos vivido recientemente y que nos ha sorprendido a todos.
Aquella frase de "las cosas no son lo que parecen" es muy acertada y seguro que más de uno de vosotros la ha usado alguna vez para mostrar el asombro o estupor que le haya podido provocar alguna situación con la que no contaba. A mí esta última semana, me viene como anillo al dedo esta frase, ya que se han ido sucediendo una serie de cosas que no han dejado de chocarme por creer que, cierta persona era de una pasta y ha resultado ser un actor de primera, capaz de engañar a sus propios padres...cuidado con ellos, todos sucumbimos a una bonita sonrisa o a una cara atractiva, somos humanos y nos atraen las cosas por los ojos...pero hay que trabajar ese lado espiritual y no dejar que se resuma sólo al atractivo físico porque la vida es mucho más que todo eso.
No quiero adentrarme mucho más en detalles, tan sólo hacer mención al hecho de que existen y cautivan...pero al final no suele haber mucho más. Es lo mismo que ver una fruta súper apetecible por fuera pero al abrirla estar plagada de gusanos...





Gubi's place.

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