Hoy ha sido un paseo de mierda, así sin más. Me he encontrado con especímenes de lo más desagradable, por llamarlos de alguna manera, ya que no me atrevo a decirles personas.
He de convivir con ellos y soy consciente, pero a veces cuesta un huevo. Te has de morder la lengua por no partirle las piernas a más de uno/a.
Ya hemos empezado el paseo con mal pie, porque mi pobre perrito al que le encanta saludar a todo el mundo, se ha parado delante de un corrillo de gentuza que estaban entorpeciendo el paso, con carrito de bebé incluido y un señor de mediana edad ha exclamado en alto: - chucho no te acerques a la niña-, que mala hostia me ha entrado, mi mirada de asesino a sueldo lo ha dicho todo. La verdad es que no he querido entrar al trapo porque la habría liado allí mismo y no merece la pena. Ese pobre hombre tiene un problema ya ha de convivir con ello a diario, gracias a Dios, que yo, no lo tengo.
Después una adolescente casi sufre un infarto al ver al perrito, ni que se le hubiese aparecido el mismísimo Diablo y para rematar la jugada una pareja de hombres que tenían menos luces que luz del reloj digital...me han parado a darme la chapa sobre muchas cosas que ya no voy ni a repetir porque ni me apetece para desaparecer uno de ellos y dejarme con el más coñazo que no se iba ni con la ayuda del mayordomo de la tele. En fin que ha sido muy agradable el paseo, para repetirlo a diario francamente.
Mañana será otro día y espero que la gente normal salga a la calle y dejen encerrados a los que no se han tomado la pastilla de la mañana porque vaya tela como está el patio leches.
Gubi's place.
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