lunes, 29 de mayo de 2017

Que nostalgia me transmite un videoclub...



¿Recordáis los videoclubs?, desde la aparición de Internet y las nuevas tecnologías, están de capa caída...de hecho en mi pueblo creo que sólo queda uno que ha conseguido burlar al tiempo, al abanico de oportunidades que ofrece la televisión por cable y a las múltiples páginas de la red, cargadas de troyanos, todo se ha de decir, que nos han permitido descargar de forma ilegal...cientos de películas. Si lo pensamos seriamente, la gran mayoría hemos cometido un delito pero, ahora no voy a fustigarme por ello ya que no he sido la única, muy a mi pesar.
Dejando de lado estas confesiones que espero y deseo no me comprometan demasiado ;-), quería comentar que tengo muy buenos recuerdos de los videoclubs porque unían a la familía y molaba mucho ir a comprar palomitas, ganchitos o demás porquerías y ver un sábado a la tarde una película, sentados en el sofá o tumbados en la alfombra... y si apurabas podías incluso coger otra para el Domingo...aquello entonces era la repanocha, dos pelis en el finde, con la familia y comiendo porquerías...como niño no se podía pedir mucho más.
Hoy en día con las tablets, los ordenadores, los teléfonos y demás componentes tecnológicos cada uno ve el programa, serie o película que desea...se ha perdido esa comunicación y esas ganas de pasar más tiempo con la familia, tiempo que ya no volverá por mucho que algunos/as quieran crecer muy rápido y piensen que la vida en la tierra es eterna y que los papás estarán toda la vida dando por saco. La verdad es bien distinta.
Personalmente guardo muy buenos recuerdos y a medida que se han ido cerrando, he sentido pena y lástima porque la sociedad sigue su curso de forma muy acelerada, la información vuela y en cuestión de segundos puedes disponer de los últimos estrenos sin ningún tipo de problema, digamos que aquello de ir al videoclub a coger la película que ansiabas ver desde hacía tiempo y por la que habías tenido que esperar varias semanas ya que siempre estaba alquilada...ha pasado a la historia, una pena, os lo aseguro. Al menos a mí me entristece porque me doy cuenta de que realmente me he hecho muy mayor y que varias cosas que marcaron mi niñez y adolescencia, nunca más volverán, solo me queda el recuerdo y con ello debo seguir viviendo.



Gubi's place.

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