Este sin lugar a dudas va a ser el post del verano, porque somos muchos los que al igual que yo sufrimos en silencio las picaduras de estos mosquitos provenientes del inframundo y debemos soportar sus efectos en nuestro cuerpo durante meses o incluso años...ya que para los humanos los mosquitos son altamente peligrosos porque pueden transmitir malaria, fiebre amarilla o dengue. Alrededor de unas 725.000 personas alrededor del mundo mueren a causa de una enfermedad transmitida por los mosquitos.
El mosquito tigre, conocido como Aedes albopictus...su nombre ya da que pensar, es una especie de díptero nematócero perteneciente a la familia Culicidae, que se caracteriza por su coloración negra con ornamentación blanca, en tórax y abdomen. Tiene una longitud de 5 a 10 mm y es capaz de joderle todo el verano a cualquiera que como yo, sea alérgico a ellos. No notamos las picaduras porque nos escupen una especie de saliva antiséptica y así nos pican en la mejor vena sanguínea, absorviendo hasta tres veces su peso en sangre, los mosquitos ven menos que Pepe Leches así que detectan a sus presas a través del olor y del calor corporal, pudiendo incluso detectar la sangre desde 50 kilómetros de distancia, cosa que da bastante miedo. Los machos de la especie, al igual que la de otros mosquitos se alimentan de néctar...así que ya sabemos que las hembras son las encargadas de cundir el pánico entre la población estropeando cualquier bonita tarde y noche de la época estival y fomentar el deseo de que llegue de nuevo el invierno para que se mueran y desaparezcan.
Luego dicen, pero ya es difícil tratar y convivir con mujeres...para que encima también sea el género femenino dentro del mundo de los mosquitos el encargado de arruinar la fiesta a cualquiera.
Por desgracia me he visto obligada a informarme a conciencia en este tema porque lo llevo sufriendo durante años y eso ha provocado en mí un rechazo total y absoluto hacia el verano, atreviéndome a decir que echo de menos a los mosquitos de toda la vida que solo nos tocaban un poco las narices y a los pocos días no había ni rastro de picada...estos pobres eran unos simples aficionados al lado de los mosquitos tigre que parece que han sido entrenados para matar.
La primera vez que me picaron no daba crédito a la reacción que tuve, nunca se me va a olvidar y creo que a los que por aquella época eran mis compañeros de trabajo, tampoco. Corría el año 2007 cuando empezaron a conocerse los primeros despiadados ataques de estos inoportunos insectos. Desafortunadamente fui una de las afectadas sufriendo picadas en mi brazo izquierdo y en mi pie derecho. Tuve que ir a urgencias porque aquello empezó a hincharse de mala manera y me asusté. En mi antebrazo se formo una bola enorme y parecía que me había introducido una pelota de tenis por debajo de la piel. Fue muy doloroso a la par que anti estético ya que todo el mundo que veía ese bulto, porque ya no me miraban a mí sino que directamente dirigían su mirada hacía el brazo, no daban crédito de que aquello me lo hubiera provocado un insecto que no sobrepasaba los 10 mm de longitud. Pero no sólo eso, el bulto era de un color rojizo que poco a poco fue menguando hasta dejar como regalo una ampolla que acabó explotando...es asqueroso lo se, pero es lo que pasa si eres alérgico. Pero además una vez se curó, el hematoma que dejó me duró hasta el verano siguiente y me ocurrió durante los primeros años luego poco a poco la cosa ha ido mejorando y en un mes ya no hay rastro de la picada. Supongo que mi cuerpo empieza a ser inmune a sus efectos.
Respecto al pie sólo puedo decir que durante varias semanas no pude ponerme ningún zapato porque estaba tan hinchado y deformado que no me entraba nada. Parecía el pie de la cerdita Peggy de Barrio Sésamo. Me lo miraba y creía que me lo habían cambiado, en serio que no podía comprender que aquel pie deforme fuera mio.
Durante ese año y los siguientes tomé antihistamínico por un tubo, usé cremas de todo tipo para calmar el dolor y bajar el hinchazón. Me compré velas de citronela, pulseras antimosquitos, que no sirven para nada, ya os lo digo yo, porque sólo protegen la zona donde la llevas puesta el resto del cuerpo es un blanco fácil para estos desgraciados, hasta un aparato que llevé colgado al cuello durante dos años y que tampoco sirvió de mucho, aunque le daban muy buena fama. Este aparato emitía un zumbido similar al del mosquito macho que en principio espantaba a las hembras y evitaba que se acercaran. Francamente usarlo solo no servía de nada, debías embadurnarte de repelente porque sino te picaban igual.
Podéis hacer uso de repelentes naturales si tenéis la piel altamente sensible por ejemplo, la salvia, que es una planta antimicrobiana, el eucalipto, el comino, el tomillo y la canela que frotados por nuestro cuerpo antes de ir a dormir los pueden mantener alejados durante horas a no ser que empecemos de nuevo a traspirar más de la cuenta. Los aires acondicionados también ayudan a mantener alejados a los mosquitos.
Podéis hacer uso de repelentes naturales si tenéis la piel altamente sensible por ejemplo, la salvia, que es una planta antimicrobiana, el eucalipto, el comino, el tomillo y la canela que frotados por nuestro cuerpo antes de ir a dormir los pueden mantener alejados durante horas a no ser que empecemos de nuevo a traspirar más de la cuenta. Los aires acondicionados también ayudan a mantener alejados a los mosquitos.
Con el tiempo las picadas no han sido tan exageradas como los primeros años, pero si he tenido temporadas majas, en las que he sentido hasta vergüenza de salir a la calle en pantalón corto ya que al ser tan blanca la picada se veía mucho más. Algunos veranos había contabilizado unas veinte picadas o incluso más, repartidas por las piernas y los brazos. Daba pena verme francamente y yo me sentía muy violenta porque de esa guisa no podía presentarme en ningún sitio. Además es que me encontraba mal físicamente, parecía como si perdiera fuelle y sentía cierto aturdimiento.
Como ya he dicho, he probado de todo hasta que poco a poco y a base de informarme y sufrir las consecuencias de estos desalmados he comprendido como funcionan y que debo hacer para protegerme de ellos. Creo que todas las marcas de cremas y repelentes del mercado han pasado por mi piel, hasta que por fin he entendido que muy a mi pesar desde que empieza el calor hasta que acaba, servidora debe embadurnarse del repelente Relec, spray anti mosquitos extra fuerte ideal para países exóticos. Se acabó el perfume y las colonias en verano, se acabaron las cremas corporales con olores intensos. Una ducha, una crema corporal sin perfume ni olor y a embadurnarse de relec por todas aquellas zonas que queden expuestas a estos cabrones. Esta se ha convertido en mi nueva colonia del verano.
Imaginaos que divertido me supone el hecho de que me surja un compromiso en verano y deba a aparecer con esa fragancia a citronela, aceite de lavanda, aceite de geraniol y otros muchos componentes que son altamente indicados para mantener a ralla las picadas de los mosquitos.
Si tuviera que salir a ligotear no me comería un colín pero seguro que me recordarían por mi olor porque además evitaría que aquellos que estuvieran a mi alrededor sufrieran picadas.
¿Qué tal se portan los mosquitos con vosotros?
Gubi's place
Imaginaos que divertido me supone el hecho de que me surja un compromiso en verano y deba a aparecer con esa fragancia a citronela, aceite de lavanda, aceite de geraniol y otros muchos componentes que son altamente indicados para mantener a ralla las picadas de los mosquitos.
Si tuviera que salir a ligotear no me comería un colín pero seguro que me recordarían por mi olor porque además evitaría que aquellos que estuvieran a mi alrededor sufrieran picadas.
¿Qué tal se portan los mosquitos con vosotros?
Gubi's place
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