Elegir bañador...

Como cada año llega el verano y con el, aparece el problema de escoger un bañador que te siente mínimamente bien y tape todo aquello que deseas que tape y que nunca consigues del todo.

Y para colmo de nuestra desgracia hay un sinfín de modelos a escoger así que el dilema es mayor y como ocurre en la mayoría de los casos, si te sienta bien la parte de abajo es muy difícil encontrar la parte de arriba ideal y lo mismo ocurre a la inversa, resulta que la parte superior es divina pero la inferior no deja nada a la imaginación. 

Aunque parezca fácil no lo es en absoluto, para los hombres es más sencillo, bañador de pantalón cortito o bóxer y a correr, pero es que ser mujer es difícil incluso a la hora de escoger un bañador. Ya que una nunca se ve bien, o tengo barriguita y no sé cómo esconderla o mi pecho es demasiado grande o escaso o mis caderas muy prominentes...el caso es encontrar un defecto y no aprender a querer nuestro cuerpo serrano tal y como es.

Está claro que un hombre jamás tendrá esos problemillas y se verá genial incluso con su barriga cervecera de la que presumirá delante de los amigos sin ningún tipo de pudor. Pero seamos sinceras, para nosotras el exhibir una barriga cervecera no es sexy ni estético y no solemos hablar de eso entre nosotras ni presumimos de tenerla sino que nos agobiamos porque no hay como sacarla...aunque entiendo que habrá gente pa to, pero no es lo más habitual.

Me encuentro ahora en este fatídico momento de comprar un bikini que me favorezca, que me guste y me siente bien...buff que difícil lo veo.

Pero no voy a desfallecer, tampoco es que vaya mucho a la playa pero al menos quiero perder un poco el blanco que me caracteriza porque parezco familia de Andrés Iniesta y en cualquier lugar soy blanco fácil. Con eso ya me siento contenta, no necesito mucho más, además con lo peligroso que es exponerse al sol de forma excesiva, no es necesario que me vean frecuentando demasiado las playas y piscinas. 

Pero ese no es el asunto que más me preocupa, mi misión actualmente es poder encontrar el bikini más o menos perfecto con el que no me de apuro despojarme de mi ropa delante de los demás. Y por mucho deporte que una haga, nunca es suficiente para exclamar: -¡que bien me sienta el bañador nuevo hostia!, siempre sale un pero. No sé si quienes me leéis opináis lo mismo, sobre todo el sector femenino estará más de acuerdo con lo que estoy exponiendo y seguro que una vez se encuentren delante del espejo con el bañador puesto y la piel blanca como la leche...les entre mucho reparo en decidir ir a la playa o a la piscina. Hecho que comparto totalmente porque yo siento lo mismo.
Pero como es necesario darse un bañito en el mar y tomar el sol y es bueno para la piel y para los huesos, habrá que hacer de tripas corazón y mantener la esperanza de que el bikini perfecto esta ahí fuera esperándome para ser lucido en este pedazo de cuerpo con el que la genética me ha obsequiado.
¿Qué tal lo lleváis? ¿Os cuesta tanto como a mi decidir que bikini os compráis?



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