Hace pocos días, mi pareja había estado mirando destinos de vacaciones y apareció una buena oferta con todo incluido durante una semana en la isla de Cerdeña. La única pega es que el viaje se tenía que realizar en un camarote compartido durante varias horas.
Soy consciente que para amortizar el espacio de ese barco se ha de hacer de esta forma sino no existirían estas ofertas tan buenas. Pero sintiéndolo mucho me parece una tocada de narices tener que compartir un camarote con alguien a quién no conozco y encima pagando.
Que si se tratara de mi familia o algún amigo de confianza no tendría muchas pegas, pero ¿que clase de intimidad tienes con personas a las que no conoces de nada?, jolines, pues no tienes intimidad...así de sencillo. Al menos si estas con tu familia puedes tirarte un pedin con total tranquilidad o si alguien ronca como hay confi pues le puedes tirar una almohada o darle un guantazo con toda normalidad porque sabes que aunque se enfade, al día siguiente seguís siendo tan amigos.
Pero el hecho de dormir con extraños no es lo que más me apetece en esta vida francamente y estoy segura de que muchas personas pensarán como yo.
Quizá es que soy una persona muy maniática y me cuesta adaptarme a cosas nuevas, no sé, me habré hecho mayor o me cuesta salir de mi zona de confort...no soy una persona excesivamente aventurera, que le vamos a hacer, me gustan las cosas sencillas y prácticas. Digamos que mi forma de ser me obliga a controlar lo que hago y con quién lo hago y eso me provoca que me cueste a veces divertirme. Es algo que estoy trabajando desde hace tiempo, no es tarea sencilla pero hago lo que puedo, que no es poco.
De todos modos dejando de la lado mi forma de ser que a nadie le importa, no compartiría camarote con personas que no conozco, no estaría a gusto, no pegaría ojo y lo más probable es que tuviera que irme a cubierta a pasear toda la noche. Que tampoco pasaría nada, pero ya son muchos años aguantándome y se perfectamente que el contacto humano no es mi fuerte.
Porque y si a alguien de los que les toca compartir camarote contigo le huelen los pies o digamos que es una persona poco aseada...pues ya te ha dado el viaje porque a ver quién es el valiente que se queda en esa habitación, yo no, os lo aseguro. Lo mejor es que luego no puedes reclamarle a nadie, porque si has aceptado esas condiciones desde el principio, deberás aguantar a quién te toque, a no ser que tengas la gran suerte de que no lo ocupe nadie, sólo tu y tu pareja...que todo puede ser.
Para concluir diré que soy consciente de que a veces hay que ceder y ser más flexible, pero es que el solo hecho de pensar que he de soportar olores a los que no estoy habituada...me supera.
¿Habéis tenido que compartir camarote alguna vez?.
Gubi's place.
No hay comentarios:
Publicar un comentario