Con este post no pretendo dar lecciones de moralidad ni de ética a nadie. Pero si me gustaría intentar concienciar un poco acerca de la cara oculta de los criadores de animales. Personalmente sufro mucho cuando veo injusticias y maltrato animal, lloro, siento rabia e impotencia y odio al ser humano por ser como es y por permitir toda esta basura que nos rodea. Pero después cuando pienso en personas que dan todo por los animales me siento mucho mejor porque eso me llena de esperanza el corazón.
Yo me considero una persona con suficiente cabeza como para entender que jamás compraría un animal por mero capricho sabiendo que las protectoras y refugios están a rebosar de preciosos perros y gatos de raza. Animales, cuyas historias son el claro reflejo de una sociedad que aún no tiene consciencia ni compasión hacia los seres vivos.
Un animal de compañía es una gran responsabilidad, requiere de cuidados, mimos y atenciones. De hecho es como un hijo y nosotros somos en parte sus papás. Muchas personas aún no entienden como funciona este tema y por hacer la gracia en casa y callar la boca al niño compran un animal de raza para luego al poco tiempo cansarse y abandonarlo a su suerte.
A los criadores les va de puta madre este tema, mientras existan personas que compran por capricho, por moda o por fardar, seguirán existiendo criadores a los que la vida de esos animales les importa bien poco y tan sólo quieren lucrarse a costa de ellos.
Porque supongo que nadie se habrá parado a pensar en como llegan a sufrir ¿verdad?, para que le vamos a dar al coco si nosotros con el cachorrito en casa ya tenemos suficiente. Pero nadie piensa por un momento en lo que siente esa madre cuando le arrebatan a sus hijos...¿verdad que cuando a una mujer le quitan a su hijo, la sociedad entera se escandaliza? pues esto debería ser lo mismo. ¿O es que acaso la vida de un animal no vale nada?. ¿Porque alguien ha visto alguna vez, las consecuencias de hacer parir a una perra simplemente para ganar dinero?, imagino que a poca gente le importa. La gran mayoría acaban con tumores, a otras las pegan hasta dejarlas paraplejicas y a muchas las abandonan a su suerte. Supongo que esta parte no tan bonita a nadie le importa. Pero antes de gastarse dinero en un perro, sería bueno hacerse unas cuantas preguntas en casa y darse una vuelta por algún refugio para ver el panorama y cerciorarse de que muchos de los animales que están allí son producto de la impulsividad y el capricho de comprar el perrito de raza.
Como ya indiqué hace poco, mi pareja y yo adoptamos a White, un perro de raza Samoyedo con pedigree que vivió feliz en una casa desde cachorro y que fue abandonado en el refugio a los siete años y medio cayendo en una depresión que le hizo ganarse enemigos entre el resto de perros. Andaba desorientado, con la cola totalmente bajada y siempre al lado de la puerta con el deseo y la esperanza de que vinieran a por él, cosa que jamás pasó hasta hace seis días que está en su nuevo hogar y empezando una nueva vida que le ayudará a olvidar el dolor vivido anteriormente.
No me siento mejor persona que el resto, simplemente he usado el sentido común y he dado una oportunidad a un animal para que tenga una vida justa, digna y respetuosa, lo mismo que cada uno/a de vosotros/as queréis. Porque todos somos seres vivos y nos merecemos vivir en libertad, armonía y paz.
Falta compasión en esta sociedad, falta humanidad, respeto y educación. Hay mucha agresividad y violencia y la crueldad y maldad humana no conoce límites. Sino me creéis solo tenéis que pasaros por La Fundación Trifolium y entenderéis perfectamente a que me refiero.
Para acabar quiero contar una muy desagradable anécdota de una mujer que vive en la misma escalera que mis padres. No daré datos de este engendro porque no merece la pena. Esta despreciable mujer compró un ratón de Praga a sus hijas. Es un perro súper pequeño que se puede llevar incluso en el bolso y como resultó que andaba cojo el pobrecillo, no tuvo reparos en devolverlo al criador y decirle que no lo quería porque cojeaba. Con dos cojones, ¡sí señor!, podéis imaginar que clase de valores está enseñando a sus hijas. Evidentemente que el criador le dio otro, total ya estaba pagado ¿no? y como para él la vida de este perro no vale una mierda, pues si le devuelven uno cojo, da otro y se acabó. El destino del perrito cojo es fácil de suponer, no es necesario que lo escriba.
Pues así están las cosas señores/as. Sólo os pido un poco de sentido común a la hora de tener un animal de compañía en casa porque no es un juguete de usar y tirar. A ver si entra de una vez en la cocotera.
Gubi's place.
No hay comentarios:
Publicar un comentario