Hoy he ido a buscar un par de palets para seguir confeccionando mis marcos para las fotografias y he quedado con mi amigo para dar una vuelta por el polígono industrial que hay cerca de nuestro pueblo, ya que en las fábricas suelen dejar varios de ellos fuera porque están rotos o no les sirven.
La idea en principio era ir a buscar maderas pero no sé porqué me animé y una cosa llevó a la otra y nos vimos entrando en una nave industrial de grandes dimensiones, abandonada, llena de basura y de palets bastante hechos polvo, por cierto. Al principio no vimos a nadie, así que abrimos la enorme puerta y nos colamos por la face, cuando llevábamos un minuto dentro oímos una voz a lo lejos y apareció un seguridad que nos decía que saliéramos, que allí no podíamos estar. Nosotros nos miramos y nos dijimos a la vez: - vamos a preguntar a ver si nos da un par de palets de estos que están aquí tirados por los suelos-, que va, el guardia nos echó de allí de buenas maneras, eso sí, pero en todo momento se mantuvo firme e indicó que todo aquel montón de porquería no se podía tocar, así que nada nos fuimos a buscar a otro sitio.
Dimos un par de vueltas con el coche y vimos otra fábrica en la que tenían muchos palets apilados en las paredes, así que entré a preguntar y le indiqué a un señor mayor si podía darme alguno que estuviera viejo o roto para un proyecto social que estaba llevando a cabo...la verdad es que el hombre fue muy amable y en vez de uno, me dio dos y además me prestó un martillo especial para poder hacer palanca y romper los trozos que necesitábamos, ya que uno de ellos no nos cabía en el coche y había que desmontarlo sí o sí. Así que nos pusimos en medio de la acera a dar golpes con el martillo para poder cargarlo en el coche. La verdad es que fue un espectáculo y todos los trabajadores que pasaban por allí nos miraban de reojo sin entender muy bien que hacía una chica joven y un señor mayor armando tanto escándalo allí en medio.
Una vez conseguida nuestra hazaña, me dirigí de nuevo a la empresa con el martillo en la mano y paso acelerado...cuando me crucé con unos chicos uno de ellos exclamó: -uy no nos atraques-, le miré y le dije: -hombre sería muy heavy que entrara con esto a robar- y el chico me dijo: - lo llevas en la mano...-, le sonreí y seguí hasta la oficina para devolverle de nuevo el martillo al señor.
Llevábamos el coche a tope de maderas, la verdad es que si nos hubiera visto la policía se abría quedado un poco de piedra ya que era un tanto extraño.
Volvimos al taller, descargamos el cargamento y desmontamos varios para adecentarlos un poco. El resto lo iremos haciendo con tranquilidad ya que al no ser mi taller, no puedo ir siempre que quiera, así que dependo exclusivamente de este buen hombre. Por lo tanto, seguiré haciendo cosas por mi parte para no perder el tiempo y disponer de material suficiente para presentarme a las ferias de artesanía, a ver si puedo vender mis bonitas creaciones. Os iré informando.
Gubi's place.
No hay comentarios:
Publicar un comentario