lunes, 10 de julio de 2017

Hay días que tienen un olor especial...




Hoy paseaba al perro a primera hora de la mañana y a penas habían personas en la calle, la verdad es que se estaba muy a gusto. Una suave brisa nos acompañaba y me ha venido a la memoria escenas de mi niñez, de los veranos que pasaba con mis padres y mis hermanas y me ha llenado de alegría recordar esos momentos. El ambiente tenía un olor especial, no se como explicarlo, ese olor a verano, a tardes interminables con los amigos, a paseos por la playa...porque cada estación huele de una manera y el verano huele a repelente de insectos, a cremas del sol, pero también huele a paella, a flores secas...es difícil de expresar, digamos que es más una sensación, algo que se queda grabado en nuestro interior y se activa en momentos así. No sé si me entendéis...creo que cada estación huele a algo especial y el verano está repleto de olores muy peculiares, como el olor del mar, el olor de las calles de un pueblo de costa...pero no solo de olores va la cosa, cuando oigo a una cigarra, por ejemplo, sonido más que significativo en verano que de bien seguro habrá hecho las delicias de las noches de más de uno, por no poder pegar ojo...automáticamente se activan mis sentidos y una vez más me recuerda a aquellas tardes interminables en el pueblo, al lado de la playa o en un camping...jugando con los amigos de siempre y con nuevos amigos de verano a los que probablemente nunca más volvimos a ver en nuestra vida.
A medida que te haces mayor esos recuerdos quedan más grabados en nuestra mente y nos aferramos a ellos cada vez que necesitamos huir o desconectar de nuestra vida.




Gubi's place.

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