lunes, 25 de abril de 2016

¿ Por qué las señoras mayores siempre quieren colarse en el supermercado?




Esta pregunta es un clásico entre clásicos y bien podría ser el título de una película de barrio...mujer mayor con rulos y zapatillas que en una jugada digna de  Mesi se coloca delante de la portería con el balón en sus pies dejando boquiabiertos al resto de compradores que no la han visto venir.
Dejando las bromas a un lado, una vez más vamos a intentar desvelar otro de esos misterios de la humanidad que a mí me dejan perpleja. Seguro que lo habéis sufrido en vuestras propias carnes...yo debo confesar que lo he visto y he vivido personalmente, pero haciendo uso de mi sentido común, siempre que puedo, procuro no dejarme tomar el pelo.
En muchas ocasiones las personas mayores se quejan de los jóvenes diciendo que son mal educados. Que fácil es ver la paja en el ojo ajeno y no ver la biga de acero que atraviesa el nuestro. Está claro que hay que tener respeto hacía las personas de cierta edad, más que nada porque todos vamos a llegar y querremos que se nos trate como merecemos. Pero no es necesario que se rían de nosotros y se aprovechen de la situación. Eso no hay que tolerarlo, porque el arte de la picaresca es algo que el ser humano sabe usar muy pero que muy bien y no importa la edad creedme. 
A veces las personas mayores pretenden utilizar su edad para sacarle el mayor provecho posible a todas las situaciones, en algunos casos me atrevería a decir que lo veo algo normal, pero en otros clama al cielo. 
Algunas veces me he encontrado con abuelitos y abuelitas con problemas de movilidad y yo misma me he ofrecido a ayudarles porque me sabe mal y porque por lo general, en esos casos, a los pocos minutos la cola llega hasta el final del pasillo y hay que agilizar el tema sea como sea, sino nos pueden dar las uvas. Pero cuando veo a una mujer mayor que hábilmente pretende colarse creyendo que nadie le va a ver y esta más sana que un roble...lo siento pero no puedo tolerarlo. ¿Se creen que una vez entran en el super se vuelven invisibles?, en serio que no lo entiendo, ¿se creen que los demás hacemos cola porque somos tontos? ¿o porque no tenemos otra cosa mejor que hacer?...hay que fastidiarse. No me queda otra que sacarles los colores indicándoles la frase del millón de dólares: - señora...que ya tiene una edad. Esta frase nunca falla, es molesta y da donde más duele. Pero a veces no queda más remedio que poner a ciertas personas en su sitio, sino ¿de que sirve hacer cola para que te atiendan si cuando llega la lista del barrio se va a poner la primera?.
Se supone que las colas conceden un orden de prioridad, el que primero llega es el primero en ser atendido y así sucesivamente. ¿No veían barrio Sésamo?...esto es cerca...y esto es lejos...a mí no me sirve de nada que baje en zapatillas porque vive al lado y ya la conocen todas las cajeras o que haga alusión al hecho de que se ha dejado las verduras cociéndose y no quiere que se le pasen...oye pues que quieres que te diga...te esperas como todo el mundo, sino haber bajado antes. Si todos hacemos lo mismo, las colas del supermercado o de las tiendas se convertirían en una batalla campal, vamos que Juego de Tronos se iba a quedar corto.
Yo creo que en esta sociedad a las personas en general no les gusta esperar, eso de hacer cola es un tostón y algunos creen que pueden saltarse las normas y pasar por encima del resto por su cara bonita. La finalidad de una cola es organizar a las personas por orden de llegada. No podemos abalanzarnos todos a la vez, sería caótico.
Pero las reglas están para saltárselas, siempre hay alguien que pretende sacar partido de la situación y otra persona que se calla para no entrar en conflictos. Así no vamos bien señores y señoras, no vamos bien.
Los cambios empiezan en actos tan cotidianos como este. Aquí es donde podemos ayudar a los demás a predicar con el ejemplo. Tampoco cuesta tanto. 
Una sociedad civilizada y respetuosa tampoco es algo difícil de conseguir, depende de todos.




Gubi's place





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