Debo confesar que soy fetiche de los pies, desde que tuve uso de razón y comprobé que mis pies son feos a rabiar me obsesioné con esta parte del cuerpo y en verano admiro a aquellas mujeres que tienen unos pies finos y largos y pueden lucirlos sin problemas con sandalias y zapatos bonitos.
Yo...no puedo, quizá chanclas sí, pero no sandalias ni otro tipo de zapato que requiera ir muy bien arreglada, ese es mi pesar y lo acepto porque no hay recambios de pies, ni tampoco pastillas para ingerir y que los vuelvan más largos y finos. Yo tengo pies de soldado romano y no me molan nada de nada. Encima uno de ellos tiene el dedo corazón más largo, heredado de mi abuela, y aún los afea más. No entiendo de quíen demonios he heredado yo estos horrorosos pies que aunque me llevan a todas partes...no los puedo lucir como quisiera e incluso en verano los debo llevar bastante tapados con sandalias y cangrejeras que disumulan bastante su fealdad y a la vez son fresquitas. Es un suplicio.
A pesar de ello me consuela el hecho de que no soy la única con unos pies feos de cojones, he visto cada cuadro por ahí que Gollum a su lado parece que tenga pies de bailarina. Entre los dedos montados o muy pequeñitos, las uñas deformes y los juanetes...anda el juego.
Lo increíble es que muchos y muchas no tienen reparo en lucirlos...yo no podría en serio. A algunos se les debería prohibir llevar sandalias porque atentan contra la dignidad humana con esos pies que parecen de otro planeta y si encima se los lavan poco o están llenos de durezas callos queda super bonito vamos...luego nos quejamos de otras cosas, pero el uso del agua y jabón no está destinado a unos pocos privilegiados...bueno quizá sí, pero no estoy hablando de esto ahora. Tampoco uno se encoge por lavarse, en serio así como no pasa nada por llevar los pies un poquito decentes y arregladitos seamos pulcros y limpios que no cuesta tanto y las fosas nasales del resto de nuestros congéneres nos lo agradeceran.
Pero dejando a un lado esto, no sabéis la de veces que he soñado en tenerlos grandes y finos...y me han tocado pequeños y rechonchos...¿por qué?, ¿qué he hecho yo?.
Lo divertido es que en algunas culturas se veneran los pies pequeños...pero bonitos, cosa que los míos no cumplen. Aunque a veces para que una mujer los luciera pequeños las sometían a un suplicio de por vida que incluso acababa con la vida de algunas de ellas...eso es una salvajada sin sentido.
Lo dicho, ahora empieza esa época del año en la que se me va a ir la vista a los pies sin poder remediarlo. No tiene ningún tipo de connotación sexual, simplemente como no me gustan los míos me divierto viendo los pies del resto de mortales.
Cuidaos los pies, no abuseis de los tacones ni os compreis zapatos justos ni apretados, vuestros pinrelillos os lo agradeceran.
Saludos.
Gubi's place.
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