domingo, 7 de agosto de 2016

Salir del núcleo familiar...




La verdad es que una vez salimos de nuestra zona de confort y nos enfrentamos a la vida real, nos damos cuenta de lo complicado que es todo y de lo bien que se veía desde la casa de nuestros padres. El sentir ese respaldo en cada cosa que hacíamos nos aportaba una gran seguridad ya que sabíamos que pasara lo que pasara el papá y la mamá iban a estar ahí para ayudarnos a sacar las castañas del fuego.
Pero como cambian las cosas cuando empezamos a llevar una casa solos, bufff madre mía, entre las compras, la limpieza de la misma, las comidas, las cenas, las lavadoras, las planchas, las facturas, las reuniones de escalera, las reuniones del parking (en el caso de que se tenga) y todo el resto de cosas a las que debemos hacer frente por primera vez y que se nos hacen un mundo hasta que no las dominamos.
Pero esto forma parte de nuestra vida, de nuestra evolución y desarrollo como ser humano, por eso lo ideal sería emanciparse lo antes posible, pero tal y como están las cosas en estos momentos, es una utopía. Hoy en día la situación es tan desfavorable que lo más fácil es encontrar a jóvenes adultos/as entrados en la treintena que muy a su pesar sigan viviendo con sus padres. 
Esta situación no ayuda en absoluto ya que todo se retrasa, el hecho de tener hijos, en el caso de que se tengan porque la natalidad ha descendido considerablemente, el hecho de poder aspirar a una vivienda de propiedad y lo más importante, un trabajo que otorgue estabilidad y asegure una pensión para el día de mañana.
Pero si uno no se lanza a la piscina, sino asume ciertos riesgos jamás romperá el cascarón. Por muy difícil que sea todo, siempre hay una opción a la que agarrarse, aunque ello implique compartir piso durante un tiempo hasta adquirir autonomía económica suficiente que permita poder comprarse una vivienda, y sí, se puede ahorrar. Y si hay jóvenes que lo han arriesgado todo y lo han conseguido con esfuerzo y voluntad, aprendiendo de sus penurias y forjando su personalidad, todo el mundo puede hacerlo. Lo sé porque conozco casos tan cercanos como el de mi propia pareja que se aventuró a una edad temprana abandonando el nido y a día de hoy con casi cuarenta primaveras se ha hecho así mismo y no tiene un pelo de tonto.
Pero salir del núcleo cuesta un huevo, sino que me lo pregunten a mi misma que hasta pasados los treinta y cinco no he podido irme y ahora que ya llevo unos años viviendo en pareja, adquiriendo responsabilidades diarias y tomando decisiones constantemente, me reprocho el no haberme ido antes cuando tuve la oportunidad. Pero no se trata de flagelarse, la vida a cada persona le viene como le viene y hemos de aceptarlo porque así está escrito, sino se dio antes sería porque no debía ser aunque a veces cueste verlo.
Lo que si está claro es que tarde o temprano hay que abandonar el hogar familiar o al menos intentarlo ya que nuestros padres no pueden mantenernos toda la vida y no duraran eternamente y es muy egoísta aprovecharse de su buena fe. Ellos siempre nos van ayudar en todo lo que puedan, es el precio que hay que pagar por ser padre pero eso no da derecho a que nosotros como hijos nos aprovechemos.
Entiendo la problemática actual viendo tantas y tantas personas en paro y en algunos casos incluso con prácticamente todos sus miembros en paro, pero tal y como están las cosas vivir de los padres o abuelos cuando cobran pensiones ridículas es muy duro. Yo intentaría por todos los medios no aprovecharme de aquellas personas que me dieron todo privándose de caprichos, trabajando largas jornadas para que a mí no me faltara de nada. Hay poco trabajo cierto es, mucho contrato basura con condiciones que claman al cielo pero antes de exprimir a un padre, estoy segura que aunque sea de barrendero/a a nadie se le van a caer los anillos por ello.
Abandonar el hogar familiar es ley de vida, pero sacar provecho de quienes te han dado la vida son palabras mayores. Cuando hay necesidad y uno/a se ve con la soga al cuello, batalla y llega hasta dónde sea para cambiar su situación.



Gubi's place.



No hay comentarios:

Publicar un comentario