domingo, 2 de octubre de 2016

Disfrutar de las pequeñas cosas de la vida...




No hay mejor forma de acabar la semana que hablar a cerca de las pequeñas cosas de la vida que nos hacen disfrutar y sentirnos plenos.
De un tiempo a esta parte lo tengo muy claro, los pequeños placeres de la vida son lo que más feliz nos hace. Por ejemplo un café calentito por las mañanas, un paseo por el campo después de llover, salir a pasear con nuestra mascota, jugar un partido de badminton con la familia, ir a coger moras o jugar a quién da el salto más grande.
Estas son algunas de las cosas con las que más he disfrutado y disfruto a día de hoy. El dinero es necesario para cubrir ciertas necesidades pero no nos llena el alma, sólo el bolsillo. Uno se llena el alma cuando se sienta en la playa y contempla el ir y venir de las olas o cuando pasea con un amigo y acaban en una cafetería recordando viejas anécdotas o hablando de sus vidas.
Y si que es cierto que con el paso del tiempo uno se da cuenta de que las pequeñas cosas eran en realidad las más valiosas, no unas bambas súper modernas o un bolso de marca porque es tendencia. Eso puede alegrarte en el instante que lo adquieres pero después ya no le prestas mucha más atención.
Así que volved a ser niños, disfrutad con vuestros hijos, no os dejéis absorber por el trabajo porque después ya no hay vuelta atrás, invertir vuestro tiempo libre en todo aquello que os hace felices, dibujad, escribir un libro, haced manualidades. Cualquier cosa creativa os ayudará a conectar con vuestro yo interior y además fomentará vuestro ingenio.





Gubi's place.

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