miércoles, 18 de mayo de 2016

La locura de la operación bikini. The madness of bikini's operation.



Ya está aquí...ya llegó...la operación bikini está en marcha y con ella las mil y una filigranas que algunos/as van a llevar a cabo con tal de lucir estupendamente en la playa.
Hemos de ser honestos con nosotros mismos y pensar que unos meses antes de ponernos el bañador no vamos a conseguir los ansiados objetivos. Ya que ponerse en forma, deshacerse de los temidos michelines y la grasa no es algo conseguible en dos días. Es un proceso que cada cuerpo asimila de una manera y en algunas personas es más lento que otras, según la genética y el metabolismo que tengamos. 
Si estas premisas no las entendemos, entonces tenemos un problema ya que vamos a llevar a nuestro cuerpo al límite y eso no es bueno. Después llegaran los lamentos, las lesiones y los llantos por conseguir en muchos casos el efecto rebote, cosa que ocurre con las dietas milagro. 
El ejercicio continuado ayuda a mantenerse en forma y conseguir un cuerpo sin grasas ni quilos de más. A este ejercicio hemos de sumarle una dieta equilibrada lejos de grasas saturadas, salsas, bollería y azúcar en exceso. Todo en su justa medida, pero teniendo en cuenta de que las verduras y frutas nos ayudaran enormemente a mantenernos bien. Tampoco es buena idea dejar de comer o tomar sustitutivos, no considero que esto sea sano. El cuerpo necesita alimentarse de forma adecuada y a la horas convenientes. Es mejor reducir la cantidad que ingerimos pero comer más a menudo, es decir hacer las cinco comidas, no dos comidas copiosas como si nos hubieran dado la noticia de que el mundo dejará de existir mañana. Ya lo dice el dicho: desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo...y las otras dos comidas acompañadlas de fruta fresca o frutos secos, es la mejor opción.
Si tenéis ansiedad comed una zanahoria o una manzana que aportan gran cantidad de beneficios a nuestra salud. 
Ello no implica que de vez en cuando podáis comer algo fuera de vuestra dieta, evidentemente que todo se permite cuando se realiza dentro de unos parámetros razonables. Ni es sano salir de entrenar y zamparse un bocadillo de panceta como tampoco lo es no desayunar nada y pasarse dos horas en el gimnasio haciendo cardio como si nos estuviéramos preparando para una maratón. Por Dios, un poco de sentido común. Todo depende de nosotros.
Personalmente nunca abandono mis cinco comidas...y sino son cinco procuro hacer cuatro y francamente a mi me va bien. He descartado de mi dieta varias cosas que no me aportaban nada y a los pocos meses lo he ido notado, sobre todo al verme en fotos. Antes de entrenar desayuno bien y aguanto hasta la hora de la comida. Por la noche no ceno copiosamente y así puedo dormir bien. Esta rutina la llevo a cabo de lunes a viernes, los fines de semana suelto un poco de lastre, pero sin excederme. Pero si alguna vez he cenado más tarde de mi hora habitual o más cantidad de la que debiera, cosa que ocurre de forma muy ocasional, mi cuerpo lo nota y me lo hace saber.
 Curioso el funcionamiento del cuerpo humano, curioso y fascinante a la vez. 
Por eso hago hincapié en el hecho de que si os habituáis a unos hábitos alimenticios concretos procurad siempre mantener la misma linea para que luego no os lamentéis por no haber hecho lo correcto.
Lo mismo digo con el ejercicio, no se trata de que en una sesión que paséis en la bicicleta estática o en la elíptica queméis todas las calorías que no habéis quemado en todos vuestros años de vida. No vais a conseguir eso ni por asomo, pero si vais a conseguir lesionaros, que os de un tabardillo o que aborrezcáis el deporte por no hacer las cosas bien y huyáis despavoridos del gimnasio.
Pero lo más importante, lejos de dietas milagro y de cuerpos esculturales que sólo se ven en la televisión, es tener amor propio y respeto por uno mismo, conocer nuestras limitaciones y entender que si nuestra genética es caprichosa y somos personas con tendencia a engordar debermos hacer un sobre esfuerzo para mantenernos en unos parámetros saludables. Teniendo en cuenta de que no vamos a caber en una talla 34 de pantalón, pero si en una 40 y eso está fenomenal y no es estar gordo. 
Quereos más, aceptar vuestro cuerpo con sus virtudes y sus defectos, no os dejéis engañar por la publicidad...se hace mucho uso del retoque fotográfico. La gran mayoría no tienen unos cuerpos reales, las personas tan sumamente delgadas no son bonitas, hay que tener un cuerpo sano y fuerte, no un cuerpo frágil y enfermo. 
Evidentemente que las palabras se las lleva el viento, dar consejos es muy fácil y ser mujer en una sociedad que marca tanto los cánones de belleza a seguir es sumamente complicado, aunque cada vez más, aumenta el número de hombres que van cayendo en estas redes. Además por muchos consejos que queramos dar y mucho ánimo que queramos transmitir, en la intimidad cada persona lleva a cuestas su cruz con sus temores y anhelos, condicionados totalmente y de forma forzada por lo que ven en televisión y en publicidad. Es una lacra contra la que es difícil combatir y por su culpa aumentan los trastornos alimenticios. 
La única solución es que las grandes marcas apuesten también por cuerpos reales y terrenales, que muestren a personas normales llevando ropa y complentos de forma corriente. No quiero que las chicas y chicos modelos pierdan su trabajo, pero quizá sería bueno acercar la moda de forma más coherente al resto de mortales que no cumplimos con esas medidas. Así evitaríamos dietas suicidas, ejercicio desmesurado, páginas web donde se fomenta la anorexia y bulimia y posibles suicidios, que también los hay.
¿Qué pensáis vosotros? ¿Os sentís bien o también estáis condicionados por todos los imputs que nos mandan?



Gubi's place.

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